sábado, 23 de julio de 2022

Iglesia de San Juan Bautista de Duz, Colunga.

 Templo parroquial modernista, edificado en 1924 gracias a las donaciones de la familia Montoto Hernández.

El concejo de Colunga, en el oriente del Principado de Asturias, cuenta con una extensión de 97,57 kilómetros cuadrados, que limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con los concejos de Parres y Piloña, al este con el de Caravia y al oeste con el de Villaviciosa. Y está vertebrado en trece parroquias: Carrandi, Colunga, Gobiendes, La Isla, La Llera, La Riera, Lastres, Libardón, Lué, Pernús, Pivierda, Sales y San Juan de Duz.

Está última, situada en el cuadrante nororiental del concejo, al norte de Colunga, la capital municipal de la que dista 2 kilómetros, en la margen derecha del río Libardón, que desemboca en la playa de la Griega perteneciente a la parroquia. Con una extensión de 3,82 kilómetros cuadrados y una altitud media de 66 metros, comprende los núcleos rurales de Huerres, Poladura, San Juan de Duz y San Telmo.

Playa de la Griega.




En ella se localizó un asentamiento castrense y desde el medievo está documentada la existencia de un monasterio que dependía del de San Pelayo de Oviedo, que prestaba servicios a los peregrinos del Camino de Santiago. Y su templo, bajo la advocación de San Juan Bautista y ubicado en San Juan, estaba englobado en el arte románico.

Su actual iglesia, es un moderno templo construido en el año 1924 gracias a las generosas donaciones de Luis Montoto Covián, su esposa Concepción Hernández Alfonso, su hijo Tomás Montoto y su esposa María del Carmen Isant, como reza en la lapida situada encima de su puerta principal.





Levantado más cerca de Huerres y no alejado de San Juan, es una llamativa edificación con una imponente torre pórtico, en cuya frontal destaca la escultura en piedra de San Juan Bautista, con un reloj de sol en su parte superior y en las caras este-oeste de su base –como sosteniendo la torre- las esculturas en piedra de dos ángeles orantes que fueron decapitados en la contienda civil española, no recuperando nunca su primigenio estado, y si en cambio si se repuso la mano que también habían cortado de la de San Juan.




Torre coronada con un campanario sujetado con columnas en forma de pegollos de hórreo. Y que también sujetan sus pórticos laterales, todo un canto a las construcciones tradicionales asturianas, y que le dan un toque regional al edificio modernista.




Igualmente destacable son sus singulares vidrieras, realizadas por la prestigiosa firma Maumejean, con establecimientos abiertos en París, Biarritz, San Sebastián, Madrid y Barcelona, y que a finales del siglo XIX eran los vidrieros oficiales de la Casa Real, y que entre sus obras religiosas se encuentran las realizadas en la basílica del Sagrado Corazón de Gijón.




 

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Playa de la Griega.

 

“Quien no es feliz con poco, no lo será con mucho; quien no aprecia lo pequeño no podrá ser cuidadoso de lo grande; a quien lo suficiente no basta está al margen de la virtud, pues el cuerpo físico vive de un día para otro y si se le proporciona lo que realmente necesita, habrá tiempo todavía para la meditación, mientras que si se trata de darle cuanto desea, la tarea será inacabable”. Lao-Tsé (570-490 a.C). filósofo chino considerado el fundador del taoísmo.

 

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