dendecaguelu: Sierra del Crespón. Circular desde Villamorey (Sobrescobio). PR-AS-121

Ruta semicircular, íntegra por el concejo de Sobrescobio, en la que se recorren 12,800 kms, salvando 675 metros de desnivel. Descripción, fotografías y vídeo.

Villamorey, es una localidad de la parroquia de Oviñana, en el concejo de Sobrescobio, perteneciente al parque natural de Redes, en el Principado de Asturias, con un censo poblacional en 2016, de 87 habitantes.

La capital municipal es Rioseco, ubicada en la carretera AS-117 que comunica Avilés con el puerto de Tarna. De ella parte la carretera local SC-2, que la comunica con Soto de Agües, por la que se accede a Villamorey, distante 1 kilómetro de Rioseco.

Localidad que conserva una arquitectura tradicional de interés, que incluye bonitos ejemplares de hórreos, un molino restaurado, lavadero y la pequeña capilla de San Roque, de planta cuadrada, pórtico delantero y campanario con espadaña, construida en 1679.

Capilla ubicada en el inicio del pueblo, y lugar de inicio de la ruta señalizada como PR-AS-121 con el nombre de “Sierra del Crespón”, que comparte recorrido con la primera parte de la señalizada como PR-AS-177 “Torreón de Villamorey”.

PR-AS-177, Torrexón de Villamorey.

Hay que atravesar el pueblo en dirección norte siguiendo la señalización de los PR, pasando por la fuente de la Fontona y su pintoresco lavadero, hasta enlazar con la pista ubicada en la parte final de la localidad, en el barrio de la Casona, en dirección a la majada de Vallimaor.

Pista que en sus inicios cruza fincas de árboles frutales bajo la vega de Veranes y se introduce en un suave ascenso en un bosque de castaños centenarios, por encima del embalse de Rioseco y la vega de Villamorey, cuyos claros permiten la hermosa vista del pueblo de Campiellos, en la ladera contraria, con la peña Gamonal a su lado y la impresionante mole del Cuyargayos.

El camino continúa, bajo la vega de Eros, por el bosque atravesando una zona de escalinatas creadas sobre los crestones de cuarcita que permiten una magnífica visión del embalse desde diferentes perspectivas.

Por el que se accede a la zona más alta de la ruta, la pría de la Vallina, dónde existe un pequeño mirador, llamado Cuyacerra, con magníficas vistas sobre el torreón y el pantano, y un área de descanso con mesas y bancos.

La ruta se interna en un brezal, que en sus inicios tiene un sendero señalizado a la derecha, que de cogerlo llevaría por el crestón hasta el picu Torrexón, dónde colgadas sobre el embalse de Rioseco se conservan las ruinas del antiguo castillo de Villamorey, que hay que obviar y seguir el camino central.

En el brezal, a pocos metros de la desviación, se encuentra la mina del Campellán, abandonada hace tiempo y dónde hay un pozo aún inexplorado.

El camino continua cruzando un pequeño arroyo, y se interna en un brezal para llegar al paraje conocido como “mexaeru la Madalena”, a partir del cuál hay que internarse en un nuevo rebollar, para en empinado ascenso arribar a la mayá Fresnéu, donde abundan –como indican su topónimo- los fresnos, que alternan con pastizales y dónde se encuentran dos cabañas, una de ellas derruida.

En estos parajes, distante 2,800 metros de Villamorey, existió la actividad ya abandonada del carboneo, consistente en elaborar carbón vegetal a partir de gruesas raíces de brezos o de madera de haya, conocidas como cepas, que se depositaba en un pozo excavado que se tapaba, para que la madera se consumiera en ausencia de oxigeno, siendo trasladado al pueblo el carbón obtenido por este medio.

Desde la mayá, se tiene una privilegiada vista sobre el embalse y presa de Rioseco, así como sobre la estación depuradora de aguas ubicada metros abajo.

La ruta continúa hacia la izquierda, discurriendo en ascenso por un helechal hasta llegar a la mayá de la Argañosa, distante 600 metros de la anterior, en la que sus dos cabañas se encuentran derruidas, dónde de nuevo abundan los fresnos, y desde dónde se divisa la localidad de Soto de Agües ubicada en la base de la sierra.

En ascenso el sendero se interna en un pequeño bosque de hayas con sustrato calizo, para llegar hasta la traza de la canalización que procedente de la fontona de los Arrudos, en Caso, lleva sus aguas hasta la ciudad de Gijón y que data de principios de siglo, ubicada a mil metros de altitud.

A partir de este punto, el camino discurre por encima del canal, prácticamente sin salvar desniveles, hasta Rearcu, un paso de cierta dificultad desde el que se divisan excelentes vistas sobre las cimas de la Xamoca, Cuyargayos, Retriñon, Cabeza´l Arcu y las más lejanas del Tiatordos y Maciédome, ubicado a 1075 metros, punto más alto de la ruta.

Debajo de Rearcu, a escasos metros, se encuentra la mayá Llampaces, con un buen número de rebollos pequeños, y desde dónde es posible ascender hasta el alto de la sierra y disfrutar de magníficas vistas sobre el vecino concejo de Laviana.

El camino continúa a la derecha, a media ladera, acompañando primero a la conducción de agua, pasando por una caseta de la misma, en un paso de relativa dificultad.

Y siguiendo luego un estrecho sendero hasta ganar el mayáu de la Prieya, dónde se encuentra la fuente del Güiso, habiendo recorrido desde Villamorey un total de 6,700 kilómetros.

Desde aquí se enlaza con la pista, que dejando a primero dos cabañas, una en buen estado y otra derruida y luego un grupo de otras ocho –la mitad derruidas- con una fuente, cuyo descenso permite ver el cercano núcleo de Soto de Agües por el que hay que pasar y que concluye en el escubio el Batán.

En este punto, distante 9,300 kilómetros de la salida, se enlaza con la pista de la ruta del Alba, señaliza como el PR-AS-67, dónde hay que girar a la izquierda para pasar por delante de la piscifactoría ubicada a píe de la pista e ir en dirección a la bonita localidad de Soto de Agües, a la que se accede a la altura de su coqueto lavadero.

La ruta se debe de continuar atravesando el pueblo por su parte alta, para enlazar con la carretera que lleva hasta el punto de inicio distante 2,200 metros del mismo, y dónde concluye la ruta después de haber recorrido 12,800 kilómetros, salvando un desnivel de ascenso y descenso de 675 metros, en un tiempo de 4 horas y 12 minutos, que discurre íntegra por el concejo de Sobrescobio.