martes, 12 de julio de 2016

La Caldereta de Don Calixto, XVI edición, 2016

Acto de entrega de los premios del suplemento gastronómico “El Yantar” del diario El Comercio.


El palacio de la Riega, propiedad de la familia Figaredo, en el selectivo barrio de Somio en Gijón, acogió por tercer año consecutivo, el cuatro de julio de 2016, una nueva edición de los emblemáticos premios de la “Caldereta de don Calixto”, que otorga anualmente el suplemento gastronómico “El Yantar” del diario El Comercio.
Dieciseisava edición, que con ha contado con el patrocinio del grupo El Gaitero, de Bodegas Azpilicueta, y de la IGP Ternera Asturiana, sí como la colaboración de Jamones Cinco Jotas, Rey Silo y Exclusivas Luis Vega, de unos premios creados en honor y recuerdo de Calixto Alvargonzález y Landeau (1854-1910). Que cómo indica la invitación, fue además de primer director de El Comercio, un intelectual de anchas inquietudes, entre las  que tuvo especial cabida la gastronomía. En “la caldereta” fija las características del recipiente, especifica los ingredientes y explica la preparación de este copioso y suculento guiso de pescados de roca cocinado por los pescadores gijoneses desde tiempo inmemorable sobre las cubiertas de sus lanchas.












La intervención de apertura del acto oficial fue realizada por Marcelino Gutiérrez, director del diario. Tuvo un recuerdo para el primer director, al que calificó de pionero en el periodismo gastronómico; se congratuló de la aportación de los premios a la gastronomía nacional; felicitó a los premiados, referentes en sus respectivos ámbitos; reivindicó los productos asturianos y destacó la labor del periódico a través de un suplemento, que es decano de los gastronómicos editados en España.









Benjamín Lana, director editorial de medios regionales y revistas del grupo Vocento, fue el encargado de glosar a los galardonados. Antes de hacerlo destacó que la gastronomía está más viva que nunca, y aunque en los establecimientos hay menos comensales y menos mesas llenas, no hay peligro de desaparición y reivindicó la autenticidad como motor de la misma.
Al director gastronómico del grupo Nature con sede en Cangas de Onís, Ramón Celorio,
galardonado con el premio “Maestro asturiano” lo calificó como un embajador del oriente asturiano. Querido y respetado por todos sus compañeros, forma parte de diferentes colectivos y de él destacó su compromiso con la profesión, viajando y cocinando de manera permanente, un ejemplo de todo terreno que con su trabajo diario muestra que la tradición bien hecha puede ser a la vez lo más innovador.
El galardón al “Joven cocinero” fue para Adrián San Julián, abulense de nacimiento, y establecido profesionalmente en Asturias. Al cocinero y copropietario de “Yume” en Avilés, que en japonés significa sueño, lo calificó como uno de los profesionales de los fogones con mayor proyección en estos momentos de la región; de él destacó su concepto arriesgado de cocina, mezcla de sabores tradicionales, asiáticos e hispanoamericanos; valoró que motivación y escuela no le faltan y le auguró un gran futuro.
Concluyendo con la glosa de su amigo y posiblemente más laureado de la cocina nacional, Martín Berasategui, “Maestro Nacional” de la edición. Al cual definió como “hombre de cuatro mujeres”, que tuvo mucha suerte en la vida pero que está siempre le cogió trabajando, propietario de 9 restaurantes con más de 500 trabajadores; hizo mención a sus apabullantes siete estrellas Michelin entre todos sus restaurantes, incluidas las tres –máximas posibles- de su establecimiento inicial en Lasarte (Guipúzcoa); incidió en su faceta didáctica, artífice de una sólida escuela y de un modo de creer y apoyar a los más jóvenes; calificándole como un maestro de la creatividad culinaria y como un expresionista con raíz vasca.










Las sintetizadas glosas fue el preámbulo de la entrega de los premios, consistente en la entrega de un diploma acreditativo, realizado por Daniel Castaño, dibujante del Yantar,  y  una escultura de una pota baja de cocina que lleva el nombre de Don Calixto Alvargonzález y Landeau (1854-1910). Entrega precedida por la proyección de un corto vídeo de cada uno de los premiados en sus establecimientos, explicando su filosofía y lo que significaba el premio que iban a recibir.
Goyo Ezama, director gerente del diario, entregó a Adrián San Julian el primero de ellos. El emocionado veinteañero, compartió su premio con sus compañeros y su socia y jefe de sala, Iratxe Miranda, que lo soportan cada día y le dejan hacer lo que quiere; reflexiono con que soñaba con cruzarse y hablar con Martín Berasategui en un pasillo, pero no recibir un premio junto a él y reconoció que a partir de ahora su trabajo será mirado por muchos más ojos.










Ángel González, director adjunto del diario, fue el encargado de hacer lo propio con Ramón Celorio. Este mostró su agradecimiento por el reconocimiento; tuvo un recuerdo para sus equipos de cocina, que son los que hacen posible que el trabajo salga adelante y dedico el mismo a los gestores y propietarios del grupo empresarial: Antón Puente, Julita García y Tomás Álvarez, quienes están con él día a día y hacen que el proyecto salga adelante.










Y por último el gran protagonista del acto, Martín Berasategui, recibió los distintivos de su premio de manos de Julio Maese, director general de El Comercio. Él puso el broche al acto con una intervención en la que agradeció a la gastronomía y a la cocina todo lo que le ha dado en cuarenta y un años de profesión; no se olvidó de las personas que forman y formaron sus equipos, muchos de ellos asturianos, que le han ayudado a ser el que es e hizo una defensa de los cocineros de vanguardia, afirmando que lo que hoy es tradición, antes fue innovación. Agradeció el premio y  afirmó que lo colocará en su restaurante junto al “Tambor de oro de San Sebastián”, el que más ilusión le hizo de todos los que ha recibido. Y concluyó con un guiño a Gijón y al fútbol, lugar dónde dejo de fumar al ver coger el balón a Quini y dónde vio ganar a la Real Sociedad la liga, despidiéndose con su conocida frase de ¡Garrote y hasta la victoria!.











Concluido el acto oficial la fiesta continuó en esta edición en la carpa que acogía el acto, ya que el orbayu asturiano no permitió el disfrute del cóctel en la terraza del palacio, con sus espléndidas vistas. Cóctel ofrecido por los hermanos Manzano. Esther y Nacho, que tienen la concesión de explotación para eventos y banquetes del palacio, y que se complementó con la degustación de los productos expuestos para la misma por parte de los colaboradores de la edición.









Edición y premios, que al igual que en crónicas anteriores, reivindicó un reconocimiento que premie el buen hacer de los profesionales de sala, que complementan con su saber hacer y profesional el ingente trabajo realizado por sus compañeros, y cuya labor solamente ha sido reconocida en las dos primeras ediciones de los mismos.




De izquierda a derecha: Blanca (Rte Casa Lula), Ramón Celorio, Jorge Sánchez (Gastroastur) y  Javier del Valle (www.dendecaguelu.com)






MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.




“Al bien hacer jamás le falta premio”. Miguel de Cervantes Saavedra (1567-1616) escritor español.



No hay comentarios:

Publicar un comentario