Celebradas en Tapia de Casariego, bajo
la organización del Real Tapia Club de Fútbol, del 5 al 8 de diciembre de 2015.
Tapia de Casariego, es una localidad y
concejo ubicado en el Occidente del Principado de Asturias, con una extensión
de 66 kilómetros cuadrados, lo que le sitúa en el puesto 54 de los 78 en que se
vértebra el Principado, y una población
de 3971 habitantes –censo de 2013-.
En él se fundó el 15 de noviembre de
1947, el Real Tapia Club de Fútbol, que inició sus competiciones como equipo
federado en 1948, aunque durante varios años no participó en competiciones oficiales
–años 1954 al 1959 y de 1967 al 1979-, militando en la actualidad -temporada
2015-16- en Primera Categoría Regional Asturiana.
Su escudo muestra la silueta de un
ancla, en alusión al carácter marinero de la localidad, sobre un fondo mitad
blanco mitad azul -colores de la bandera del municipio y a su vez colores de su
uniforme- en su parte superior figura
Real Tapia C.F. y una corona, haciendo referencia a su título de Real y su
estadio dónde disputa los partidos se denomina La Xungueira, ubicado a las
afueras de la localidad.
Como todo club modesto, desde su
refundación en 1979, su junta directiva ha buscado ingresos atípicos con los
que afrontar los numerosos gastos que generan tanto el primer equipo como el
resto de equipos federados de sus divisiones inferiores, siendo la celebración de festivales y jornadas
gastronómicas los que mayores les reportan.
Tres son los festivales y jornadas que
organizan con el apoyo del Ayuntamiento, en torno a los frutos -pescados y
mariscos- de un mar Cantábrico que baña
el municipio y sustento de forma directa o indirecta de una buena parte de su
población, hasta hace escasos años. El primero que organizaron fue el del
Bonito, en el año 1993, que celebran el tercer fin de semana de agosto,
coincidiendo con la feria local Campoamor. En 1998, pusieron en marcha el del
Percebe y el Marisco, que organizan durante el denominado puente de la
Constitución, en diciembre y finalmente en el año 2000 sumaron a los anteriores
el festival del Mejillón, que se celebra en Semana Santa.
Festivales que ya forman parte por derecho
propio del calendario gastronómico festivo del Principado, y que se celebran
todos ellos en la carpa que instalan en la plaza de Campogrande, lindante con
la plaza de la Constitución y sus tres vistosas y llamativas construcciones: el
Ayuntamiento, el Instituto y las Escuelas, y a su vez cercana a la iglesia
parroquial de San Esteban, edificaciones todas ellas de finales del siglo XIX.
En primer plano la estatua del Marqués de Casariego, detrás el Instituto que lleva su nombre y a la derecha la iglesia de San Esteban.
Del 4 al 8 de diciembre de 2015, se ha
celebrado la decimonovena edición del “Festival del percebe y del marisco”, al
que he acudido por primera vez y disfrutar de la misma. Corta pero suculenta
oferta la que realizan, a precios módicos y con una infraestructura muy digna,
con platos de plástico -que no tiene mayor importancia al ser casi todos los
productos susceptibles de comer a mano-
y vasos de cristal, que si se agradece.
Oferta culinaria basada en empanada -3
euros ración-, percebes -12 €- langostinos plancha -12 €- y navajas y
mejillones (al vapor o con salsa tapiega) a 8 €, componían la oferta
gastronómica. Y vinos Rioja, Albariño y Ribeiro –por copas o botellas- sidra,
cerveza y refrescos, la de bebidas.
Buen producto, servicio atento y
colaborar con un buen fin, como es el de colaborar con una institución
deportiva, han sido las conclusiones positivas que he sacado de mi visita a la
carpa. Enhorabuena a la organización y larga vida a sus festivales
gastronómicos.
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“Uno
de los males de esta vida, es la falta de reconocimiento a las personas que día
a día dan algo de sus vidas para que los otros tengan lo que tienen”. Anónimo.
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