Situado
en el suroeste de la provincia, cuenta con la declaración de
Conjunto Histórico.
Burguillos del Cerro está
situado en el suroeste de la provincia de Badajoz, enmarcado en un entorno natural en la
comarca Zafra – río Badión, rodeado de dehesas y alcornoques, a
mitad de camino de Zafra y Jerez de los Caballeros. Su superficie es
de 187,5 kilómetros cuadrados y su población ronda los 3.204
habitantes -censo de 2014-.
La abundancia de
corrientes de agua, la fertilidad de las tierras y su riqueza minera,
unidos a su posición estratégica y contexto orográfico, han
propiciado que a lo largo de la historia fuera lugar elegido para el
asentamiento de pueblos de diversa procedencia. Fenicios, tartesios,
romanos, visigodos, musulmanes, se asentaron en su territorio, siendo
los caballeros de la Orden del Temple los que lo reconquistaron para
la cristiandad.
Territorio musulmán,
conocido como Burgos el Viejo, a principios del siglo XIII el rey
Alfonso IX de León, reconquisto estos terrenos para la cristiandad
con la ayuda de la Orden del Temple, cediéndoles en gratitud su
gobierno en el año 1238, pasando a denominarse Burguillos.
La Orden del Temple
contribuyó a la concentración poblacional en torno al castillo,
protegiendo el territorio y asegurándolo de incursiones enemigas,
comenzando un período de repoblación y prosperidad y constituyendo el bailiato de Jerez, en el que se encontraba la localidad.
En 1312, con la
disolución y extinción de la Orden mediante la bula del papa
Clemente V, y debido a una política general de la Corona, paso a ser
un señorío muy valorado siendo cedido y heredado en varias
ocasiones, hasta llegar a manos de Diego López de Zúñiga, duque de
Béjar y a sus descendientes hasta el siglo XIX al ser abolidos los
señoríos por la Constitución de Cádiz.
Foto área de la localidad, sita en el Ayuntamiento.
La localidad, de
estructura típicamente medieval dominada por el majestuoso castillo
templario, ha sido merecedora de la declaración de Bien de Interés
Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico Artístico. Un
paseo por sus rincones, sus pintorescas plazas y calles angostas y
de fuerte pendiente, observar sus pequeñas edificaciones de portadas
graníticas y sus palacios, sus iglesias, ermitas y centros de
interpretación, esto todo un viaje al pasado.
Un itinerario de visita, que fue la propuesta que han realizado al grupo en el que participaba el que suscribe, parte de la plaza España, rodeado de casas todas encaladas y
con el castillo templario al fondo altivo, dominando toda la villa.
De allí se puede
continuar hasta la plaza del Altozano, marco de referencia
urbanística de la ciudad, dónde se encuentra el antiguo convento de
las Esclavas Concepcionistas Franciscanas. Este convento de clausura fundado en el siglo XVI por Alonso Fernández de Segura, cuenta
con dos claustros, uno bajo y otro alto, pasillos, cripta y
refectorio. Fue adquirido por el municipio en la desamortización
de Mendizabal, para uso de escuela y casa del maestro y posteriormente
fue rehabilitado pasando a ser la sede actual del Ayuntamiento.
La capilla forma parte del conjunto conventual, conocida como iglesia de las Monjas, sigue en la actualidad como
parroquia abierta al culto. Construida también en el siglo XVI en
estilo gótico y renacentista, de monumental portada, de una sola
nave con bóveda de cañón, alberga un nutrido conjunto de obras
barrocas y neoclásicas: retablos, imágenes, pinturas, rejerías,
etc.
Continuando por la
derecha, por el conjunto abigarrado y compacto de calles estrechas y
casas de sabor popular encaladas, de huecos sencillos, rejas de
hierro forjado -enrasadas o de mirador- con vestigios de su pasado
judío, se llega a la plaza Alta.
Allí se encuentra el
antiguo Ayuntamiento y la casa del Corregidor y cárcel Real, http://www.dendecaguelu.com/2015/06/casa-del-corregidor-y-carcel-real-en_17.html sobrio
edificio construido en 1584 en estilo renacentista civil.
Rehabilitado en 1990, en la actualidad alberga de forma permanente
una muestra arqueológica de piezas recogidas en el termino
municipal, legados del archivo municipal de los siglos XVII, XVIII y
XIX, siendo posible visitar también el antiguo aljibe y las
mazmorras. El ala izquierdo del edificio también alberga una
exposición sobre aspectos de la vida campesina.
Un poco más hacia
arriba, hacia el norte, en la zona del núcleo primitivo judío, se encuentra la plaza del Pilar Grande, por la fuente
que preside la misma, siendo también conocida como la de la
Misericordia.
En su lateral derecho se encuentra la
ermita de la Madre de Dios, la Misericordia, el santuario más
antiguo de los abiertos en Burguillos. Construido en el siglo XVI, en
arte popular, es un espacio pequeño, de una sola nave con bóveda y
un altar consagrado a la Virgen de la que toma el nombre la ermita y es conocida la plaza.
Esta ermita ha sido el
lugar de culto histórico de la familia de los Duques de Bejar,
señores a los que perteneció el municipio desde el siglo XIV al
XIX.
Continuando callejando en
ascensión noroeste, el siguiente destino es uno de los referentes
actuales de la localidad, la antigua iglesia de San Juan Bautista,
emplazada en una de sus zonas más altas, que a lo largo de la
historia ha sido lugar de culto para diferentes concepciones
religiosas.
Edificada en el siglo
XIII sobre otra de la época musulmana, estuvo
abierta al culto hasta el siglo XVIII, que paso a ser un cementerio. En el abandono desde finales
del siglo XIX fue rehabilitada a principios del siglo XXI, acogiendo
desde el año 2011 el “Centro de investigación, turismo y cultura
San Juan Bautista”, dedicado íntegramente al “Centro de
Interpretación de la Orden del Temple” http://www.dendecaguelu.com/2015/06/centro-de-interpretacion-de-la-orden.html
Conjunto
interpretativo compuesto por la iglesia, la capilla de la Consolación
anexa a la misma y un módulo de nueva construcción. La
rehabilitación e integración de las nuevas construcciones forman un
centro novedoso, que de una forma amena y didáctica, valiéndose de
imagen, sonido, réplicas de elementos de época y soportes
interactivos, permiten al visitante adentrarse en la vida e historia
de los caballeros templarios. Trazando para ello un camino que se
inicia en el origen de la Orden, pasando por su desarrollo y épocas
de mayor esplendor y concluyendo con su decadencia.
Desde el conjunto
interpretativo y desde la torre de la iglesia -que se puede visitar-
se divisa enfrente a poca más altura el castillo templario, el
monumento más significativo de la villa y que domina altivo la misma
desde el cerro que apellida al municipio.
Castillo medieval,
construido en el siglo XIII sobre los cimientos de una antigua
fortaleza islámica, desde su posesión por parte de la Orden del
Temple, fue atalaya defensiva de cuantos dominaron el territorio.
Fortaleza defensiva de planta cuadrangular, cerrada con doble muralla
almenada, cuenta con dos torreones cilíndricos y otros dos
cuadrados, destacando su gran torre del homenaje y conservando aún
su plaza de armas.
En la base del cerro del
castillo se encuentra la antigua iglesia de Santa María de la
Encina, que poseía un doble carácter religioso y militar, al actuar
como baluarte con el castillo. Originaria del siglo XIII, alterna
elementos propios del románico y del gótico, y que estuvo abierta
al culto hasta el siglo XVIII, en el que paso a convertirse en uno de
los cementerios de la localidad. Rehabilitada y convertida en enclave
cultural, en la actualidad alberga el Centro de Interpretación de la
Arquitectura Popular Extremeña, que de forma dinámica ofrece las
diferentes tipologías constructivas que históricamente se han
desarrollado en Extremadura.
Rodeando el recinto del
Centro San Juan, bajando hacia el centro urbano, se llega a la actual
parroquia de Santa María de la Encina y San Juan Bautista,
construida en el siglo XVIII en estilo neoclásico para unificar
ambas parroquias.
De grandes dimensiones,
cuenta con una planta de cruz latina y una sola nave con bóveda
sobre crucero y con capillas laterales, albergando imágenes,
pinturas y orfebrería de diferentes épocas y valor. Destaca en ella
su torre, de más de 50 metros de altura, uno de los símbolos de la
ciudad, construida por la superposición de elementos arquitectónicos
en estilo barroco, con decoración de influjo sevillanos, que
recuerda a la Giralda.
La villa cuenta con
numerosos palacios y mansiones solariega, muchas de ellas adornados
con los escudos de las familias, entre otros las de los Galardi,
Tinoco de Castilla, Solís o Llanos.
De vuelta al inicio del
paseo, y poco antes del actual Ayuntamiento se encuentra un palacete
de cierto interés, el de residencia del obispo A. Moreno Malaguilla,
construido en estilo neoclásico en el siglo XVIII.
Concluyendo la visita, en
su lugar de origen, a un casco urbano que presenta un entramado de
calles conformadas por viviendas que conservan la tipología y sabor
tradicional de la arquitectura popular, con amplias plazas,
edificaciones de solera y singulares que son emblema de este
histórico municipio.
MÁS INFORMACIÓN.
Pinchar en enlaces.
“Uno de las mayores
pruebas de mediocridad consiste en no saber reconocer la superioridad
donde quiera que ella se encuentre”. Jean Baptiste Say (1767-1832)
economista francés.
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