domingo, 17 de junio de 2012

Calderetas de Don Calixto. XII edición, junio 2012.

El Balneario de Las Caldas, ha acogido el lunes, 8 de junio de 2012, la entrega  de su XII edición, que realiza el suplemento gastronómico Yantar del diario El Comercio.

Un año más con la entrada del verano, los profesionales y aficionados a la gastronomía tenemos una cita de la mano de Yantar y del diario de El Comercio, con la entrega de estos reconocimientos, que junto a los premios de la Crítica, del Colegio de críticos gastronómicos, casi se han convertido en los Oscar´s de nuestra hostelería.
Lejanos quedan los primeros años de los que ahora son emblemáticos premios, y uno que asiste a ellos desde un principio, y ha sido copatrocinador de alguna edición,  ha podido ver de cerca el enorme crecimiento y prestigio que han experimentado.
Aún recuerdo la llamada realizada por los buenos amigos  Carlos Iglesias y José Manuel Peláez, para contarme el inicio de estos galardones, y su invitación para acudir a Gijón, a su Escuela de Hostelería, dónde se entregó la primera Caldereta a Custodio López-Zamarrra, padre de toda una generación de sumilleres. En aquella ocasión casi no superábamos el número de veinte personas las que después de una estupenda comida, arropábamos  la entrega del galardón.
La segunda también se fue para Madrid y para otro sumiller, en este caso Luis Miguel Martín, que por aquél entonces trabaja en Alcobendas. El marco fue el mismo y la asistencia poco mayor que la anterior.
La tercera edición supuso un punto de inflexión, con un cambio del local de entrega y el comienzo de patrocinios, pasando al excepcional marco del restaurante del Real Balneario de Salinas, y del premiarse a personal de sala se pasó a grandes y mediáticos chefs. 2003 fue el año en el que se premio a Luis Irizar, 2004 a Joan Roca y 2005 a Sergi Ariola. Excepto el gran maestro Luis, Joan y Sergi comenzaban a consolidarse entre los grandes.
La edición del año 2006 fue el otro punto de inflexión de las Calderetas, se paso de un galardonado a tres, premiándose a un maestro nacional, a uno regional y a la mayor promesa de la cocina asturiana, y de entregarse en el transcurso de una comida a hacerse de tarde con cocktail posterior. Este es el sistema seguido en la actualidad y que ha conocido dos cambios de escenario desde entonces. Al Real Balneario lo reemplazo la terraza del restaurante Avant Garde en el hotel NH de Gijón en el año 2008 y al actual “Las Caldas Villa Termal” en la edición del 2011.
La lista fue creciendo en nombres ilustres y ahora se puede decir que estos premios cuentan con un prestigio nacional reconocido, y son una referencia en el sector, pero uno echa en menos al personal de sala, que exceptuando las dos primeras ediciones nunca más se volvió a premiar a nadie.
En esta XII edición, de nuevo Oviedo y “Las Caldas villa termal” han acogido el acto de entrega y el cócktail posterior con todos los asistentes, que ha contado con el patrocinio de Bodegas Domecq, S.A. y Sidra Valle Ballina y Fernández, S.A.









El acto de entrega de la XII edición, conducido por Paz Alvear –jefe de redacción  del diario en la delegación de Oviedo- como maestra de ceremonias, contó con las intervenciones de Iñigo Noriega y Eduardo Méndez Riestra, se presentaron pequeños  vídeos de los premiados y se les hizo entrega de los premios.
Iñigo Noriega, en su calidad de director de El Comercio, dio la bienvenida y el agradecimiento a todos; hizo ver que los premios son un reconocimiento a la gastronomía regional sin chovinismos, ya que también se entrega un premio nacional; y puso en valor las figuras de los premiados, haciendo ver que el premio más complicado siempre de otorgar es el de la joven promesa.
Eduardo Méndez Riestra, como presidente de la Academia de Gastronomía de Asturias, y colaborador del Yantar, fue el encargado de glosar las figuras de los premiados. Comenzó ironizando sobre la situación social y económica actual, que comparo con las variaciones en los desplazamientos en vehículos, haciendo hincapié en los tiempos insólitos que corren en los que hay un gran nivel en hostelería, pero menos dinero; para pasar a hacer ver que se premiaba a tres valores manifiestos, que se emplean a fondo y que entusiasman a su clientela, y glosar a cada uno de los premiados.











El galardón al “Nuevo Cocinero” recayó en el cocinero y empresario ovetense Edgar de Miguel (Oviedo, 1976). Formado inicialmente en Casa Lobato, Casa Conrado y La Gruta, se fue a Barcelona a estudiar en la Escuela de Hostelería de Sant Pol de Mar, completando su formación con maestros como Martín Berasategui, Carmen Ruscalleda y Pedro Subijana. En el año 2004 volvió a nuestra tierra, para prestar sus servicios a la familia Loya, en el Real Balneario en Salinas y en Deloya en Oviedo. A finales de 2011, se instaló por su cuenta en Oviedo, en la esquina que forma la calle Jovellanos con la de Gascona, con su restaurante 180º C.
De él manifestó Eduardo que es un brote verde de verdad; que realizó su formación en el exterior para volver a casa, porque cree en ella, por lo que sus paisanos le debemos dar las gracias; definió a su cocina como de autor contenida, propia, pero fácilmente conocida por el comensal; resaltando que supo adaptar su carta a la realidad actual.
El galardón al “Maestro asturiano” recayó en Gonzalo Pañeda y Antonio Pérez, amigos y copropietarios del restaurante el Puerto en Gijón. Gonzalo (Oviedo, 1970) y Toni (Wetzlar 1969), realizaron sus estudios en la Escuela de Hostelería de Gijón, pero ampliaron su formación de forma autodidacta, emprendieron su camino juntos en 1999. Su primer establecimiento fue La Solana, en Mareo, con la que pronto obtuvieron una estrella Michelin y desde mediados del 2011, se instalaron en el muelle de Gijón, en el edificio de la antigua rula, en el restaurante el Puerto, con el que ya comienzan a recoger el reconocimiento de la prensa especializada.
De ellos su glosador puso énfasis en su carácter autodidacta, relato brevemente sus curriculum, recalcó la respetuosa seña de identidad que tiene el establecimiento en la cocina del mar y concluyó con la afirmación, de que a su entender, ahora su establecimiento es el más completo de Gijón, tanto por cocina, como por servicio, instalaciones y bodega.
Por último el galardón de “Maestro Nacional” se fue para Madrid, para el chef Óscar Velasco (1973). Este segoviano estudio en la Escuela de Hostelería de su ciudad natal, y presto sus servicios profesionales en el madrileño Zalacaín, en el restaurante de Martín Berasategui y recalar en Can Fabes, de Santi Santamaria,  su gran maestro y amigo, que no dudo en otorgarle toda su confianza y ponerlo al frente de la cocina de su restaurante en Madrid, el Santceloni, en el hotel Hesperia. Allí continúa en la actualidad, contando el establecimiento con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol.
Eduardo recordó su primer día en el Santceloni, resalto la corta pero fulgurante carrera del galardonado; resalto que a diferencia de los anteriores este se fue a la gran ciudad para triunfar; la decidida apuesta de futuro que con él había realizado Santi, al ponerlo al frente de su buque en Madrid, hacerlo en un hotel y convertirlo en el mejor restaurante de la capital; califico su técnica como impecable, destaco su impresionante carro de queso e hizo ver que ya acaricia las tres estrellas Michelin.





De izquierda a derecha Gonzalo, Toni, Óscar y Edgar con su estatuilla y su diploma.






Concluida la intervención, se paso a la entrega a la entrega de los premios. De cada premiado se pasó un corto vídeo de las instalaciones de sus establecimientos y se les fue llamando tanto a ellos como los encargados de entregarles el reconocimiento. Este consistió –como años anteriores- en la entrega de un diploma acreditativo, realizado por Daniel Castaño, dibujante del Yantar,  y  una escultura de una pota que lleva el nombre de Don Calixto Alvargonzález y Landeau (1854-1910). Calixto, además de primer director del diario El Comercio, un intelectual de anchas inquietudes entre las que tuvo especial cabida la gastronomía, considerándosele el inventor de la popular “caldereta” gijonesa.
Edgar de Miguel recogió su premio de manos del coordinador del Yantar y subdirector del diario, Ángel González. Benjamín Lana, director editorial de medios regionales del grupo Vocento, entregó el correspondiente a Gonzalo y Toni, y el restaurador y Caldereta de la edición 2007, Pedro Morán, fue el encargado de la entregarles sus reconocimientos a su colega Óscar Velasco. A cada uno de los premiados se les cedió la palabra con la entrega de su galardón, que muy brevemente agradecieron los mismos, recalcando Óscar que no hay mejor momento para un profesional que el que le reconozcan su trabajo.
Concluido el acto, todos los asistentes salimos a la terraza anexa a realizar la foto de familia, y a continuación pasamos al lujoso “salón de los espejos” dónde fuimos obsequiados con un cocktail, en que aunque ya no este en su labor de asesoramiento en el establecimiento, se notaba claramente la mano del amigo Luis Alberto Abascal.
El cocktail fue el momento de saludar e intercambiar opiniones entre los muchos conocidos que allí nos dimos cita, con la informalidad que estos tipos eventos permite, y en el que no hemos dejado de tocar el ineludible día a día con los tiempos que corren.





De derecha a izquierda con Ángel Moreno y Alfonso Fuertes del Corte Inglés y con Félix Álvarez, director del complejo termal de Las Caldas.





Estupenda velada y acierto una vez más en la elección realizada con los premiados, a Óscar y a Edgar no los conozco, pero sí a Gonzalo y Toni, y puedo dar fe de que su premio es más que merecido.





“Los vientos y las olas están siempre a favor del navegante más capacitado”. Edward Gibbon (1737-94) historiador inglés.

1 comentario:

  1. Qué buena descripción de la historia de estos premios. Antes eran más familiares, sin tanta parafernalia innecesaria. De todas formas, la elección sigue siendo muy afortunada. Haber si se vuelven a acordar del servicio. M.I.F.

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