Acto de entrega de los premios del suplemento gastronómico
“El Yantar” del diario El Comercio.
El palacio de la Riega, propiedad de la familia
Figaredo, en el selectivo barrio de Somio en Gijón, acogió por tercer año
consecutivo, el cuatro de julio de 2016, una nueva edición de los emblemáticos premios
de la “Caldereta de don Calixto”, que otorga anualmente el suplemento
gastronómico “El Yantar” del diario El Comercio.
Dieciseisava edición, que con ha contado con el
patrocinio del grupo El Gaitero, de Bodegas Azpilicueta, y de la IGP Ternera
Asturiana, sí como la colaboración de Jamones Cinco Jotas, Rey Silo y Exclusivas
Luis Vega, de unos premios creados en honor y recuerdo de Calixto Alvargonzález
y Landeau (1854-1910). Que cómo indica la invitación, fue además de
primer director de El Comercio, un intelectual de anchas inquietudes, entre
las que tuvo especial cabida la gastronomía. En “la caldereta” fija las
características del recipiente, especifica los ingredientes y explica la
preparación de este copioso y suculento guiso de pescados de roca cocinado por
los pescadores gijoneses desde tiempo inmemorable sobre las cubiertas de sus
lanchas.
La intervención de apertura del acto oficial fue
realizada por Marcelino Gutiérrez, director del diario. Tuvo un recuerdo para
el primer director, al que calificó de pionero en el periodismo gastronómico;
se congratuló de la aportación de los premios a la gastronomía nacional;
felicitó a los premiados, referentes en sus respectivos ámbitos; reivindicó los
productos asturianos y destacó la labor del periódico a través de un
suplemento, que es decano de los gastronómicos editados en España.
Benjamín Lana, director editorial de medios regionales
y revistas del grupo Vocento, fue el encargado de glosar a los galardonados. Antes
de hacerlo destacó que la gastronomía está más viva que nunca, y aunque en los
establecimientos hay menos comensales y menos mesas llenas, no hay peligro de
desaparición y reivindicó la autenticidad como motor de la misma.
Al director gastronómico del grupo Nature con sede en
Cangas de Onís, Ramón Celorio,
galardonado con el premio “Maestro asturiano” lo
calificó como un embajador del oriente asturiano. Querido y respetado por todos
sus compañeros, forma parte de diferentes colectivos y de él destacó su
compromiso con la profesión, viajando y cocinando de manera permanente, un
ejemplo de todo terreno que con su trabajo diario muestra que la tradición bien
hecha puede ser a la vez lo más innovador.
El galardón al “Joven cocinero” fue para Adrián San
Julián, abulense de nacimiento, y establecido profesionalmente en Asturias. Al
cocinero y copropietario de “Yume” en Avilés, que en japonés significa sueño,
lo calificó como uno de los profesionales de los fogones con mayor proyección
en estos momentos de la región; de él destacó su concepto arriesgado de cocina,
mezcla de sabores tradicionales, asiáticos e hispanoamericanos; valoró que
motivación y escuela no le faltan y le auguró un gran futuro.
Concluyendo con la glosa de su amigo y posiblemente
más laureado de la cocina nacional, Martín Berasategui, “Maestro Nacional” de
la edición. Al cual definió como “hombre de cuatro mujeres”, que tuvo mucha
suerte en la vida pero que está siempre le cogió trabajando, propietario de 9
restaurantes con más de 500 trabajadores; hizo mención a sus apabullantes
siete estrellas Michelin entre todos sus restaurantes, incluidas las tres
–máximas posibles- de su establecimiento inicial en Lasarte (Guipúzcoa);
incidió en su faceta didáctica, artífice de una sólida escuela y de un modo de
creer y apoyar a los más jóvenes; calificándole como un maestro de la
creatividad culinaria y como un expresionista con raíz vasca.
Las sintetizadas glosas fue el preámbulo de la entrega
de los premios, consistente en la entrega de un diploma acreditativo, realizado
por Daniel Castaño, dibujante del Yantar, y una escultura
de una pota baja de cocina que lleva el nombre de Don Calixto Alvargonzález y
Landeau (1854-1910). Entrega precedida por la proyección de un corto vídeo de
cada uno de los premiados en sus establecimientos, explicando su filosofía y lo
que significaba el premio que iban a recibir.
Goyo Ezama, director gerente del diario, entregó a Adrián San
Julian el primero de ellos. El emocionado veinteañero, compartió su premio con
sus compañeros y su socia y jefe de sala, Iratxe Miranda, que lo soportan cada
día y le dejan hacer lo que quiere; reflexiono con que soñaba con cruzarse y
hablar con Martín Berasategui en un pasillo, pero no recibir un premio junto a
él y reconoció que a partir de ahora su trabajo será mirado por muchos más
ojos.
Ángel González, director adjunto del diario, fue el
encargado de hacer lo propio con Ramón Celorio. Este mostró su agradecimiento
por el reconocimiento; tuvo un recuerdo para sus equipos de cocina, que son los
que hacen posible que el trabajo salga adelante y dedico el mismo a los
gestores y propietarios del grupo empresarial: Antón Puente, Julita García y
Tomás Álvarez, quienes están con él día a día y hacen que el proyecto salga
adelante.
Y por último el gran protagonista del acto, Martín
Berasategui, recibió los distintivos de su premio de manos de Julio Maese,
director general de El Comercio. Él puso el broche al acto con una intervención
en la que agradeció a la gastronomía y a la cocina todo lo que le ha dado en
cuarenta y un años de profesión; no se olvidó de las personas que forman y
formaron sus equipos, muchos de ellos asturianos, que le han ayudado a ser el
que es e hizo una defensa de los cocineros de vanguardia, afirmando que lo que
hoy es tradición, antes fue innovación. Agradeció el premio y afirmó que lo colocará en su restaurante
junto al “Tambor de oro de San Sebastián”, el que más ilusión le hizo de todos
los que ha recibido. Y concluyó con un guiño a Gijón y al fútbol, lugar dónde
dejo de fumar al ver coger el balón a Quini y dónde vio ganar a la Real
Sociedad la liga, despidiéndose con su conocida frase de ¡Garrote y hasta la
victoria!.
Concluido el acto oficial la fiesta continuó en esta
edición en la carpa que acogía el acto, ya que el orbayu asturiano no permitió
el disfrute del cóctel en la terraza del palacio, con sus espléndidas vistas.
Cóctel ofrecido por los hermanos Manzano. Esther y Nacho, que tienen la
concesión de explotación para eventos y banquetes del palacio, y que se
complementó con la degustación de los productos expuestos para la misma por
parte de los colaboradores de la edición.
Edición y premios, que al igual que en crónicas
anteriores, reivindicó un reconocimiento que premie el buen hacer de los
profesionales de sala, que complementan con su saber hacer y profesional el
ingente trabajo realizado por sus compañeros, y cuya labor solamente ha sido
reconocida en las dos primeras ediciones de los mismos.
De izquierda a derecha: Blanca (Rte Casa Lula), Ramón Celorio, Jorge Sánchez (Gastroastur) y Javier del Valle (www.dendecaguelu.com)
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INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
“Al bien
hacer jamás le falta premio”. Miguel de Cervantes Saavedra (1567-1616) escritor
español.
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