Sita en la localidad homónima, perteneciente al concejo de Santo Adriano.
En el centro del Principado de Asturias se encuentra el concejo de Santo Adriano, el cuarto más pequeño tanto en superficie como en habitantes de los 78 en los que se está dividido administrativamente el Principado, con 22,60 kilómetros de superficie y 297 habitantes –censo de 2024-.
Vertebrado en cuatro parroquias: Santo
Adriano de Tuñón, Santa Catalina de Lavares, San Gabriel de Castañedo del Monte
y San Romano de Villanueva. En la primera de ellas, lindante con Oviedo, y
distante 23 kilómetros de la capital asturiana, su iglesia parroquial se
encuentra bajo la advocación de los mártires romanos Adriano y su esposa
Natalia.
Fundado por el último rey de la monarquía
asturiana, Alfonso III, y su esposa Juana en el año 891, con posteriores
reformas en los siglos XII (año 1108), XVII, XVIII, XX (1950, 1983 y 1988) y
XXI (2008). Cuenta con la declaración de Monumento Nacional desde el año 1931 y
de Bien de Interés Cultural desde 2014.
Artísticamente englobada en el Prerrománico asturiano, en su período postramirense, formando parte de la abadía desaparecida y que diversos autores ubican en lo que en la actualidad es el cementerio, lindante con la iglesia.
Su primera reforma data del año 1108 (Era de 1146), de la que da fe una lápida de 75 por 50 centímetros situada entre dos arcos de la arquería meridional. Cuya traducción sería: “Pelayo, Obispo de Oviedo, dedicó este templo en la Era de 1146, en el día 3º de los Idus de Agosto, a saber: el altar del medio en honor de los Santos Mártires Adriano y Natalia, el de la derecha en honor de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y el de la izquierda en honor de Santiago Apóstol, siendo rey portador del cetro Alfonso, hijo de Fernando, en León y en Toledo y Abad Presidente del mismo monasterio Don Eulalio, quien en la misma dedicación del templo puso tres aras nuevas sobre los tres referidos altares. En el altar principal fueron depositadas las reliquias de estos santos que a continuación se señalan: del leño del Señor, de Santa María Virgen, de San Miguel, de Juan Bautista, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, de Santo Tomás Apóstol, de Santiago Apóstol, del Obispo San Cipriano, de San Pantaleón Mártir, de los Santos Mártires Claudio, Lupercio y Victoricio, de San Clemente Obispo y Mártir, de San Gregorio Mártir, de San Martín Obispo, de los Santos Mártires Esperado y Marina, de los Santos Mártires Cosme y Damián, de Santa Eulalia Virgen y Mártir.
De los siglos XVII
y XVIII datan una de las naves, la espadaña, el imafronte, una recreación del
nártex y la tribuna del coro. Entre 1949 y 1954 las obras realizadas
redescubrieron sus pinturas murales de su capilla central. Y en 2008 se
realizaron las últimas obras de conservación y limpieza.
Es posiblemente la
más modesta de las fundaciones de la monarquía asturiana en cuanto a medios
constructivos y riqueza decorativa. Los materiales utilizados en su
construcción fueron la mampostería, el Villarejo y los sillares de toba
calcárea en las esquinas y en los vanos de las naves laterales.
Externamente en el
frontal el imaforte cuenta con una espadaña de dos campanas, y adosado a su
parte izquierda se encuentra el cementerio. En el lateral derecho se sobreponen
dos cubiertas de teja a diferente altura, en el que es perfectamente visible la
prolongación de la iglesia realizada aprovechando su pórtico y en la parte
superior las tres celosías decoradas de la época fundacional que permiten la iluminación
del interior.
En su trasera se
encuentran una celosía en la parte inferior con decoración en la línea de las
del lateral con una función de iluminación. Y una ventana superior ajimezada,
de doble arco de medio punto en ladrillo con columna central y capitel, que se
abre sobre la parte superior de la capilla central y único acceso a la capilla supra
absidal.
Su interior tiene
planta basilical, rectangular, con tres naves con altar y triple cabecera, separadas por arquerías de medio punto sobre
pilares cuadrangulares de piedra sin capiteles, cubierta de madera a dos aguas
y cabecera rectangular triple con bóvedas de cañón, siendo la más alta la de la
capilla central.
Naves y capillas
de proporciones cortas, la central aproximadamente de doble anchura. La central
dedicada a los santos Adriano y Natalia y las de los laterales a San Pedro y San
Pablo y Santiago Apóstol.
Estructura muy
característica del prerrománico asturiano y del cristianismo en la época alto
medieval, y que cumplía una función de separación de sexos existente y el
espacio reservado para el clero.
De decoración austera
con desnudos parámetros enlucidos, solo se atenúan en la lápida de 1108
esculpida y las dos columnas en ambos lados del arco de triunfo de acceso al
ábside central, reaprovechas de granito rojo con fustes de pieza y capiteles bajo
romanos o visigodos de hojas, que enriquecen el templo.
En este se
encuentran unas pinturas murales consideradas únicas, singulares y de las tres existentes
conservadas del prerrománico, junto con las de San Julián de los Prados en
Oviedo, y poco en San Salvador de Valdedios, en Villaviciosa.
De clara
influencia de los talleres mozárabes llegados a Asturias, con las alegorías del
sol y de la luna incompletas, idénticos a los del Beato de Liébana. Unos
frisos, uno de almenas escalonadas islámicas con forma triangular a diferencia
de las rectangulares españolas y otro de flores y boleos, en consonancia con el
arte grecolatino, que rodean toda la capilla simulando una muralla. Y cristianas
cruces profesionales, algunas desaparecidas con la reforma que modifico la
ubicación de la ventana.
En la sacristía se
conservan restos de las obras de diferentes reformas, como vigas y uno de los
canceles existentes en el arco de triunfo del altar, que permitía la colación
de biombos o similares en la realización de los rezos.
MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
El arte prerrománico
asturiano, joyas arquitectónicas únicas en el mundo.
Iglesia de San
Romano, en Villanueva de Santo Adriano.
Iglesia de Santa Cristina de Lena. Uno de nuestros tesoros.
Patrimonio
religioso asturiano. Capillas, ermitas, iglesias y otros bienes.
“El arte es la expresión de la verdad interior”.
Leonardo da Vinci (1452-1519) artista italiano.
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