Ubicada en el barrio de la Florida, en la plaza dedicada al santo en la última rotonda de su avenida principal, a la altura de la calle Cudillero.
Oviedo, tercera capital del reino de Asturias, y por tanto en su momento de España, ostenta la capitalidad del Principado de Asturias, estando ubicado en su centro neurálgico. Vertebrado en 30 parroquias, su extensión es de 186,15 kilómetros cuadrados, se encuentra a una altitud de 227 metros sobre el nivel del mar, resguardado por el monte Naranco al norte, y la sierra del Aramo al sur, y su censo poblacional es de 217.552 habitantes –censo de 2021-.
Ciudad repleta de magia, la vieja dama del norte
renueva cada día su encanto. Si algo la define es el exquisito cuidado de todos
sus rincones. Visitarla y recorrerla es una aventura apasionante, la alta
peatonalización de sus calles –tanto del centro como de barrios- permite al
visitante el disfrute de parques, edificios, plazas, esculturas, fuentes y
rincones, y todo ello enmarcado en una máxima limpieza que le ha valido para
ser galardonada en diferentes ocasiones como la ciudad más limpia de España.
Moderna y vital, sus doce siglos de historia le
permiten atesorar un patrimonio artístico como pocas. Sus íconos monumentos del
arte prerrománico, declarados Patrimonio de la Humanidad, se complementan con
múltiples edificios civiles y religiosos, componiendo un paisaje urbano al que
complementan monumentos conmemorativos y esculturas.
Paisaje que se ha visto incrementado
notablemente en las dos últimas décadas, debido al auge de esculturas que
proliferan por todos sus rincones. Más de ciento cincuenta esculturas y
monumentos, muchas en tamaño natural a píe de calle, la convierten en un museo abierto e
interactivo las veinticuatro horas, símbolos inmortales y representativos de la
ciudad, susceptibles de ser tocadas, abrazadas y fotografiadas.
Oviedo. Esculturas, monumentos y sitios de interés.
Una de ellas es la conocida como SANTIAGO PEREGRINO, ubicada en el barrio de la Florida, en la plaza dedicada al santo en la última rotonda de su avenida principal, a la altura de la calle Cudillero, en el último tramo urbano del Camino de Santiago Primitivo que tiene su salida en la Catedral de Oviedo.
Obra de la artista y escultora asturiana Pilar Fernández Carballedo, nacida en 1939 en Trevias (Valdés), luce desde el 3 de octubre de 2009 –aunque en el monolito aparezca septiembre- como colofón de los actos celebrados en Oviedo por la Agrupación de Asociaciones del Camino de Santiago del Norte. A iniciativa de la Asociación Cultural Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago, entidad que también promovió la otra escultura dedicada al apóstol ubicada en el barrio de San Lázaro.
La obra descansa sobre un
pedestal de hormigón de metro y medio de altura, que tiene la concha del
peregrino en el centro y el texto “Buen
camino peregrino”. En su parte superior tiene la inscripción “Como testimonio / de la primera
peregrinación / a Santiago de Compostela / del monarca astur / Alfonso II el
Casto”. Y en la inferior: “Ayuntamiento
de Oviedo / Asociación Cultural Astur-Leonesa de / Amigos del Camino de
Santiago / Septiembre 2009”.
Realizada en bronce, la obra es de pequeñas
dimensiones -un metro de altura- es réplica de una original tallada en piedra,
aunque más ancho y forma levemente diferente.
Su ubicación responde a la voluntad de la
Asociación y Ayuntamiento de que la misma sirva para despedir a los peregrinos
y servirles de guía e hito que atraviesan la última zona urbana, la de la
Florida, para continuar su rumbo hacía Grao para completar la primera etapa y
continuar hasta Santiago de Compostela.
MÁS
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
Oviedo. Esculturas, monumentos y sitios de
interés.
"El
Camino es como la vida: tiene experiencias buenas y malas; pero siempre hay que
continuar". Anónimo.
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