Travesía desde Valle a
Villamayor, con ascensión a los tres picos. Descripción, fotos y vídeo.
Valle, es un pequeño pueblo y una
de las 24 parroquias en el que está vertebrado el concejo de Piloña, en el
Principado de Asturias. Ubicado a 270 metros de altitud, su censo poblacional
apenas supera el centenar de vecinos, en el que destaca su iglesia parroquial
bajo la advocación de Santa María Magdalena, templo del siglo XIII.
El pueblo es el lugar de partida
de una travesía con paso por las pequeñas, pero espectaculares foces del río
Valle y el ascenso a tres picos, antes de culminarla en la localidad de
Villamayor.
A pie de la iglesia arranca la
pista que sube por la traza urbana hacia lo el alto del pueblo, el barrio de el
Mecín, para tomar rumbo sur sin apenas desnivel, para continuar por el
estrangulamiento del valle y el río homónimo, que tan solo se abre un poco en
sus pocas confluencias con otros arroyos, entre una naturaleza exuberante, y
con paso por tres puentes.
El primero de ellos es el de
Melendreres (275 m), pasando por el mismo al margen izquierdo, dónde el valle
comienza a estrangularse entre el pico Coroña y el Cerru´l Tombu.
El siguiente puente es el de
Carraces (315 m) que permite el cambio de margen de un río truchero de corto
recorrido, que nace en la collada de Trebandi y entrega sus aguas al Piloña en
la Reboria.
Muy cerca se encuentra el tercero
y último de los puentes, el llamado de los Ciegos (330 m), donde la pista da
dos alternativas. La de la izquierda asciende por Valdegallinas hacia la collada de Doca, mientras que la
derecha continúa valle arriba a píe del río.
Metros más adelante, el
arroyo la Pepina entrega sus aguas al
agua, dónde surge una bifurcación a la derecha con una pista que sube a la
collada de la Tayada Cardes, que da paso al contiguo valle del río Espinareu.
Acabando la pista a píe de unas
cercanas casetas civiles (390 m) de captación de aguas que da suministro al
pueblo de Valle.
A partir de este punto, el valle,
que se encajona mucho, se atraviesa por
un estrecho camino que surca un manto de piedras, musgos y vetustos árboles,
formando una espectacular foz, con manifiesta estrechez del terreno que
comparte camino y río, con unos metros dónde la anchura apenas supera los tres
metros.
A la salida de la foz, el valle
se abre un poco entre altas paredes a ambos lados, dejando a la derecha un
derruido molino con varias cascadas sucesivas, no muy pronunciadas pero de
extraordinaria belleza.
El camino sigue abriendo paso a
la vera del río con muy poca pendiente, para pasar por una portilla y alcanzar
el lugar conocido como los Forcos (552 m), donde el río forma un bonito pozo, y
desde dónde sale un camino a la izquierda. En este punto de continuar, a la vera
del río, se iría hacia la collada de Trebandi, su lugar de nacimiento.
La ruta propuesta continúa
tomando el camino que sube por la izquierda, no muy marcado, que atraviesa en
su inicio una campera con una cabaña en el alto y que continua en ascenso a
través de un zigzag por un incomodo terreno lleno de cotoyas con alguna cercana
cabaña caída, hasta alcanzar primero una fuente con abrevadero (705 m) y metros
más arriba la collada Abedul (768 m), llamada también en algunos mapas
Cerancia, después de salvar 236 metros que por la incomodidad y pendiente del
terreno parecen más.
La collada es coqueta, amplia y
con magnificas vistas, cuenta con una cabaña conservada con un buen cierre, y
una con techo caído y está protegida por los picos Redondo y Cantu Cobil o
Olla, de los que está equidistante.
Al sur se encuentra el pico
Redondo (866 m) al que se asciende en apenas 20 minutos, sin ninguna dificultad
con un tramo medio de cotollal. El pico o monte es una planicie, cuyo punto más
alto está señalado con unas piedras en forma de mojón, sin buzón ni indicación
alguna.
Pese a su modestia es toda una
atalaya, con excelentes vistas sobre la collada, sobre el Cobil, el cantu
Trebandi, el Niañu, el Cunio y sobre picos de la cordillera y de la zona
costera.
Para continuar la ruta es
necesario bajar de nuevo a la collada, para ascender por el lado contrario al
cantu Cobil (869 m), también conocido como la Olla. La pendiente de ascenso es
algo más larga lo que permite rebajar el tiempo invertido, que apenas supera
los 15 minutos.
Como su vecino no tiene buzón y
unas piedras en forma de mojón marcan su punto más alto. Y también las vistas
con que premia al que se acerca son totalmente reconfortables. Por el lado
norte se observa majestuosa la planicie que forma el cerru Tombu por dónde
continúa la ruta, a su derecha la sierra del Sueve se levanta totémica entre
las praderías del entorno, el Castillo Corona y el Mofrechu se divisan
perfectamente al oriente de seguido, y a la izquierda las villas de Infiesto y
Villamayor. Al este el valle del río Pequeño y la sierra de Pesquerín. Al sur
la Mota Cetín, el Niañu o la Llambria.
Desde la cima, se observa
perfectamente por dónde continua la ruta hacia el norte y el tipo de camino que
toca transitar.
El descenso se realiza por una
ladera totalmente tapizada de cotollas, con tierra poco asentada que incomoda
pero que no entraña dificultad, en busca de la majada de Valdelescabres (636
m). La pradería enlaza con el camino
de piedra que asciende desde la zona del río Pequeño, para llegar a Valdelescabres,
dónde hay una cabaña medio derruida y una portilla que cierra el paso.
La senda continúa por la derecha
en dirección este, con vistas a la sierra de Pesquerin. Para en la zona más
elevada girar hacia el norte por el sendero marcado, dando vistas a la nueva
referencia, la collada da Doca.
Con ella siempre a la vista, se
accede por un terreno muy similar a los anteriores, con abundante matorral y
tierra que no favorece el tránsito continuado.
La collada da Doca (548 m), es
una superficie bastante llana, con varias cabañas perfectamente conservadas y
con buenos cierres, auténtica encrucijada de caminos.
Por la izquierda sube la pista
que se había dejado en el puente los Ciegos, y que asciende hasta la misma
pasando por el Peruyero.
Por la derecha, la que sube desde
Villamayor, el Chorrón y su área recreativa, por el valle de la Cueva que forma
el río Pequeño, dónde se encuentra el pueblo abandonado de la Cueva y también
el acceso al de Valdelescabres.
Y enfrente, hacia el norte se
encuentra el murallón que forma la planicie del cerru Tombu, cuyo camino de
acceso está perfectamente marcado. La cima es una de las que encadena el monte
Cayu, pequeña serranía a la grupa de los pueblos de Torín, Melardi y Valle y
limitada entre los cauces de los ríos Pequeño y Valle.
El camino, que tiene pinta de ser
una pista que no se llego a concluir, denominada Cuesta del Cayu, sube en
diagonal noroeste, hasta una nueva modesta atalaya, pero con excepcionales
vistas sobre su entorno.
El camino concluye en el tercio de
la planicie más al oeste, en cuyo extremo se encuentra un ramu festivo –el
arbolín de San Juan- que colocan los vecinos de Valle siguiendo una costumbre
ancestral en dicho santoral, y que no es sino una rama recta de un árbol,
sujeta por una rudimentaria estructura
.
Ubicado en una zona totalmente
despejada, desde él se divisa todo el entorno a pista de pájaro con una nitidez
sorprendente. Valle y su capital Infiesto están en la parte inferior noroeste,
al norte los pueblos que surcan el entorno de la sierra del Sueve, que se
levanta altiva al sureste.
Al norte todo el trayecto
recorrido hasta acceder al cerru, con el valle del río que forma el Valle a la
derecha y los picos Cobil y Redondo en el centro.
Recorriendo de oeste a este el
cerru, se llega en unos minutos al punto más álgido del mismo (673 m), conocido
como Cerru el Tombu o les Llanes del Cayu, ubicado en su zona central, que
vuelve a estar señalado con piedras en forma de mojón, aunque este más
voluminoso que los dos anteriores y coronado con una fina rama recta.
Realizando la bajada por la zona
noroeste se accedería al pueblo de Valle, el lugar de salida, pero la ruta
seguida continua por la vertiente contraria.
Hay que llegar hasta el final del
cerru, en su extremo este, para iniciar una nueva bajada por una zona de
cotollal, aunque en este tramo el mismo está desbrozado y el camino es más
nítido.
Cotollal que concluye en una zona
de pastos hasta la que llega una pista. A unos 200 metros la pista hace una
especie de Y, con dos alternativas, continuarla de frente y desviarse por una
que sale a la izquierda. La lógica puede parecer continuar por la que va de
frente, pero la de la ruta continua por
la que sale por la izquierda.
Pronto se enlaza con otra más
ancha, haciendo forma de T, dónde hay que girar de nuevo a la izquierda, ya que
de continuar por la derecha concluye en el área recreativa de el Chorrón.
Por ella se llega en breves
minutos al barrio de Llanoderos (307 m) uno de los barrios del pueblo de Torín,
que hay que cruzar hasta alcanzar la carretera que sube desde Villamayor.
La carretera va en descenso en
largos zigzag, entre praderías en busca del pueblo de Torín (233 metros), que
se atraviesa.
En la zona baja del pueblo, hay
un cruce de carreteras, a la derecha se ve una casería asentada sobre el
antiguo palacio de la Llongar, del siglo XV, reconvertida en una casa de
turismo rural, pero para ir hacia Villamayor hay que coger la que baja por la
izquierda primero y luego la que baja por la derecha haciendo un giro de 180
grados.
Para acceder ya a Villamayor (127
m) por su zona alta, cruzar el río Ambasaguas,
atravesar la carretera nacional 634 y acceder al parque y a la iglesia
parroquial de Santa María, edificada entre 1929 y 1949, a píe de la anterior
iglesia románica del siglo XVI, de la que solamente queda en píe su ábside y
dónde antiguamente existió un monasterio levantado en el año 1003.
Allí concluye una ruta, en la que
se han recorrido 18,400 metros, en un tiempo de seis horas, con un desnivel
acumulado de subida de 916 metros y 953 metros de descenso.
LUGAR. ALTITUD TIEMPO T.
ACUMULADO
Valle. 270 metros. 00,00 horas. 00,00
horas.
Puente les Melendreres. 275 metros. 00,15 horas. 00,15 horas.
Puente Carraces. 315 metros. 00.10 horas. 00,25
horas.
Puente los Ciegos. 352 metros. 00,07 horas. 00,32
horas.
Comienzo Foces río. 390 metros. 00,15 horas. 00,47 horas.
Molino y cascada. 00,17
horas. 01,04
horas.
Los Forcos. 552 metros. 00,26 horas. 01,30
horas.
Fuente. 705
metros. 00,30 horas. 02,00
horas.
Collado Abedul. 768 metros. 00,07 horas. 02,07
horas.
Picu Redondu. 866 metros. 00,20 horas. 02.27
horas.
Collado Abedul. 768 metros. 00,20 horas. 02.47 horas.
Cantu Cobil o pico Olla. 869 metros. 00,15
horas. 03,02
horas.
Valdelescabres. 636 metros. 00,32 horas. 03,34 horas.
Cabaña con cierre 00,06
horas. 03,40
horas.
Collada de Doca. 548
metros. 00,26 horas. 04,06
horas.
Cerru Tombu. Camino 673 metros. 00,15
horas. 04,21
horas.
Cerru Tombu. Ramu. 00,03
horas. 04,24
horas.
Cerru Tombu. Jitó. 00,10 horas. 04,35
horas.
Enlace pista. 00,33
horas. 05,08
horas.
Llanoderos. 307
metros. 00,23 horas. 05,33
horas.
Torín. 233
metros. 00,06 horas. 05,38
horas.
Villamayor. Iglesia 127 metros. 00,20 horas 05,59
horas.
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“Para
ir a la montaña no es nunca un acontecimiento, es un sentimiento. Estoy cómodo,
hay naturaleza, hay vida, hay gente, los paisanos de los pueblos. No hay que
entender como una cumbre a la que hay que llegar a hacerse una foto, es el río,
el bosque, el valle, los paisanos que te encuentras”. José Manuel Piniella,
grupo Picu Fariu de Pola de Siero.
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