jueves, 25 de junio de 2015

Senda Samuel Cachero Álvarez, PR-AS-264, circular desde Llames de Pria (Llanes).

Circular con comienzo y final en Llames de Pria (Llanes) que lleva el nombre de un ejemplar hombre.


Llames de Pria es un núcleo rural perteneciente a la parroquia de Pría, en Llanes, una de   30 parroquias en el que esta vertebrado el más turístico de los 78 municipios que componen el Principado de Asturias.
Pría es la más occidental de las parroquias llaniscas, lindando con Ribadesella, su mejor acceso es por la autovía del Cantábrico (A-8), y tomar la salida 319 que indica Nueva-Cardoso-Pria para continuar por la AS-263 en dirección a Belmonte y desviarse en la indicación Llames-Garaña, por la carretera local LL-17.
En el centro de la localidad, delante de la bolera y de la capilla de San Saturnino se encuentra un panel explicativo de la ruta y su recorrido detallado co un mapa y fotografías de los elementos más llamativos de esta ruta circular, que tiene una longitud de 3.750 kilómetros y un desnivel de 47 metros.









La ruta lleva el nombre del difunto amigo Samuel Cachero Álvarez (q.e.p.d) nacido en La Foz de Morcín, residente por motivos profesionales en Bilbao y con segunda residencia en Llames de Pría. Samuel fue a nivel profesional uno de los policías más laureados en la lucha antiterrorista contra ETA, estando vinculado a muchos colectivos y asociaciones en su vida particular, siendo un ejemplo en todas las actividades en el que estuvo involucrado, dejando siempre su impronta personal y profesional. http://www.dendecaguelu.com/2011/01/homenaje-un-paisano-samuel-cachero.html
En Llames de Pría estuvo involucrado desde su llegada en la Asociación de vecinos, luchando contra los vertidos de purines en el río Aguamía y siendo un impulsor junto a su amigo y vecino César Alonso de la ruta que ahora lleva su nombre, que fue inaugurada el 13 de febrero de 2012 por iniciativa de las Asociaciones de vecinos de Cuerres y Llames de Pría y por los Ayuntamientos de Ribadesella y Llanes.
Una placa a píe del puente medieval que sirve de límite a ambas parroquias recuerda su figura. Placa que los vándalos ya han violentado y destruido en dos ocasiones, y que ambas ha sido repuesta. Su memoria jamás la destruirán por mucho que se empeñen los amigos de no respetar nada.










La ruta en sí comienza en la plaza de la localidad, a píe de la capilla de San Saturnino y de la bolera de la localidad, y se integra en la antigua ruta costera o Vía Marítima de Agripa que atravesaba antaño toda la cornisa cantábrica.









En la misma plaza hay que tomar la carretera asfaltada que  en dirección sur que va en dirección a Belmonte, conocida en la localidad como “camino del río” con excelentes vistas sobre la sierra de Cueva Negra y del Cuera, dejando pocos metros más adelante a la izquierda la urbanización en la que está la casa de Samuel y que sigue en poder de su compañera Marisa Guerrero.










Hay que recorrer unos 800 metros de esta carretera antes de tomar un desvío que desciende ligeramente a la derecha en dirección a Cuerres y que está señalizado con un mojón indicativo del “Camino de Santiago del Norte o de la Costa”.








Carretera que conduce hasta el puente medieval de base romana del Mía, sobre el río Aguamía –llamado también recientemente Guadamía- situado a unos 200 metros de la desviación tomada y que de continuarla da acceso al núcleo rural de Cuerres, perteneciente a Ribadesella. Este puente hace de límite y frontera natural entre los concejos de Llanes y Ribadesella, y a su píe está un pedestal levantado por Aritur (Asociación riosellana de turismo rural) indicativo de la ruta, un mojón indicativo del Camino de Santiago y la mencionada placa en recuerdo de Samuel, adosada a una piedra. Pedestal que contiene el texto: “El bello puente del medievo saluda a Ribadesella. Su piedra caliza tallada sin mella, impide ver el surco de tantos pasos, de tantas huellas. Mientras, en las aguas de este río fronterizo, el perfil de las montañas destella”.










El río nace apenas dos kilómetros más arriba, en el Collau, bajo la sierra de Cueva Negra, antesala de la del Cuera, detrás del polígono que toma el nombre del río y su recorrido total hasta la desembocadura apenas supera los cuatro kilómetros.
En el lateral riosellano del remozado puente una falsa portilla da acceso a una pradería a píe del río, que hay que seguir hasta ya de continuo hasta su desembocadura.







Al final de la mencionada pradería se encuentra una nueva portilla que hay que atravesar.









Pocos metros más adelante ya se encuentra la canalización del río para el molino conocido como el Picu, el primero que se va a encontrar en la ruta.











El río que no se deriva a la presa, va en dirección a un pequeño paredón calizo dónde coge velocidad y forma una pequeña cascada.









El camino sigue a píe del molino, en la actualidad convertido en vivienda particular, a través de un prado perteneciente a la propiedad con un paso de servidumbre delimitado con simples palos y cordeles.










Aun con el antiguo molino a nuestras espaldas, el camino cruza el río a través de la primera de las pasarelas confeccionadas cuando la señalización de la ruta para adentrarse en el concejo de Llanes.










Seguidamente se encuentra el segundo puente medieval con base romana, el de Arenes, cubierto con vegetación pero en bastante buen estado de conservación, volviendo de nuevo al concejo riosellano.










El camino continúa en su zigzag entre los concejos y por la pasarela “piedra amarielles” volvemos al llanisco.











El suave caminar por el bello sendero a la vera del río entre la exuberante vegetación nos conduce hacia una nueva canalización de un molino, en un estado bastante deteriorado en el que el río de nuevo toma un pequeño desnivel y crea de nuevo una pequeña cascada en su discurrir.










Desnivel que es salvado por un nuevo puente medieval, conocido como Troskila, que queda a la derecha del camino y no hace falta cruzar, también en bastante buen estado de conservación y cuya singular estructura está integrado perfectamente en él paisaje.











Seguidamente se llega al molino que nos había anunciado la canalización y que se encuentra medio derruido y tomado por la maleza. Lástima de construcción que junto con el puente a la vista conforma un rincón de enorme belleza y todo un remanso de tranquilidad.









Rincón que se observa en toda su dimensión volviendo la vista metros más adelante, en el espacio en el que una nueva pasarela, que toma el nombre del puente, vuelve a situar al visitante en territorio llanisco, salvando una poza de considerable amplitud y dimensiones que sorprende por dada la proximidad de la desembocadura.










Territorio llanisco que ya no se abandonara, entrando en una de las zonas más bonitas del río, que forma zigzag caprichosos en busca de su desembocadura perforando una naturaleza exuberante en su lento discurrir en el que va ganando anchura, salvando riegas mediante pequeñas pasarelas, encontrándonos con troncos caídos o rotos formando extrañas figuras y dónde el camino es invadido por la arena marina haciendo ver la cercanía del bravo mar Cantábrico.









Mar que nos encontramos metros más adelante, en la zona conocida como la Xatera, también conocida como cueva Palomero, en dónde el agua dulce del Aguamía se entrega al Cantábrico, formando un pequeño fiordo de aguas tranquilas.










En este punto, una opción es seguir hasta la playa si la marea baja lo permite, pero la ruta aquí se desvía a la derecha, entroncando el camino que sigue el señalado como GR-204 “Senda costera” en el tramo San Antolín – Guadamía, en el que un mojón indica que estamos en el kilómetro 23 de la misma.









Metros más adelante, salvando el pequeño desnivel, se accede a la carretera, con la posibilidad de tomar la desviación a la playa de Guadamía y a los bufones de Pría, cuya visita cumplimentaría la senda en un fácil recorrido de apenas 3 kilómetros más.










Y ya continuando la carretera que serpentea entre las múltiples edificaciones con las que cuentan la localidad desde años atrás, llegar al punto de salida dando por finalizada esta preciosa ruta en poco más de una hora y media tomándolo con mucha calma.










Ruta que fue trazada, desbrozada y señalizada mediante sextaferias de los vecinos de las localidades limítrofes que involucrando a sus respectivos Ayuntamientos para disfrute de todos y que aglutina etnografía y patrimonio y que atraviesa una exuberante naturaleza casi virgen siguiendo el discurrir de un río que tapiza un bosque de ribera, a lo que se suma ser un homenaje permanente a un gran hombre, en el que la naturaleza y Asturias ocupaban un importante hueco en su inmenso corazón.



MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlace.




“Te escribo a ti amigo. A ti el Río. Nuestro Río. A ti que viniste al mundo en un misterioso y espléndido rinconín de ese espectacular paraíso que es la sierra del Cuera y que en un viaje etéreo buscando el mar, dicidiste pasar por Llames de Pria y por Cuerres, dejando tus señales de identidad, tu especial naturaleza, tu belleza y armonía, tu equilibrio. Préstame mucho escucharte, hablarte, saber de tu vida, de tus correrías”. Samuel Cachero (1954-2010) texto que figura en la placa en su recuerdo de la senda.








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