Constituye la mejor muestra de
arquitectura religiosa de la ciudad monumental de Llerena, en Badajoz.
Al sureste de la provincia de Badajoz
casi lindante con las tierras andaluzas, a los pies de la sierra de San Miguel,
se yergue uno de los conjuntos arquitectónicos más interesantes y mejor
conservados de Extremadura, la monumental ciudad de Llerena, declarada conjunto histórico artístico en
1966, la primera de las doce con que cuenta la Comunidad. Es la capital de la
comarca de la Campiña extremeña, tiene una extensión de 162,7 kilómetros
cuadrados y un censo poblacional de 5969 habitantes- según el censo de 2014-.
El epicentro de Llerena es sin duda su
emblemática plaza mayor, la plaza España, de diseño trapezoidal porticado en
estilo mudéjar, organizada en cuatro frentes dónde se encuentran parte de los
edificios más importantes de la ciudad, y en la que desde su frente Sur la
iglesia de Nuestra Señora de la Granada, -uno de los emblemas de la ciudad- domina toda ella con su característica
balconada con arcos de dos plantas.
Plaza de España, con el Ayuntamiento al fondo, vista desde la puerta de la iglesia.
Su construcción fue un largo proceso que
arranca de principios del siglo XIV en estilo gótico-mudéjar y finaliza en el
siglo XVIII. Su primer nombre fue el de iglesia de Santa María, siendo la
techumbre inicial de artesanado de madera que fue sustituido cuatro siglos más
tarde por bóvedas de aristas. De la primitiva construcción tan solo se
conservan los dos primeros cuerpos de su majestuosa torre y dos de las siete
capillas particulares que tenía adosadas a sus naves, siendo su traza actual
una iglesia de planta de salón de espacio uniforme con tres naves similares
separadas por columnas de cantería.
Exteriormente la iglesia presenta tres
fachadas, siendo su lado Norte la más espectacular de ellas, que abierta a la menciona plaza mayor, está
formada por dos niveles, uno en estilo barroco y otro en estilo mudéjar.
La traza del de estilo barroco se
atribuye al arquitecto llerense José de Hermosilla, está conformado por una
portada de cantería adintelada flanqueada por dos pares de columnas adosadas,
rematada con un frontón curvo desventrado con escudo y decoración floral. Sobre
el frontal destacan los tres grandes blasones de Llerena, el Papal y el del
reino de Castilla, estando decorado el resto de la fachada con una serie de
rehundidos coronados por sobrios frontones triangulares sobre ménsulas.
El nivel mudéjar, añadido del siglo
XVIII, está compuesto por dos pisos con sucesión de arcos de medio punto
enmarcados por alfiz sobre pilares octogonales, que le dan la peculiaridad
originalidad a la fachada y al uso para el que fue levantado. La plaza era, fue
y será el epicentro de la ciudad, y la remodelación de la iglesia tuvo como objetivo
ser utilizado como lugar de asiento y palco para contemplar tanto autos de fe
como festivos y taurinos, que para todo ello tenía y tiene utilidad la plaza.
En la parte más
septentrional de la fachada, y a píe de la misma tiene como añadido desde 1996, la escultura sobre pedestal del
insigne pintor extremeño Francisco Zurbarán, en su posición natural de pintor
mirando hacia el edificio dónde tuvo su morada, como homenaje de la ciudad con
motivo del tercer centenario de su fallecimiento.
Destacada también es su fachada Oeste,
compuesta por los dos primeros cuerpos de su majestuosa y esbelta torre, el
elemento más destacado exteriormente de la edificación. El primero ocupado por
la puerta del Perdón y el segundo por una ventana geminada de arcos
trilobulados enmarcada por otro gran arco apuntado y angrelado con alfiz,
edificados en el siglo XIV en estilo gótico-mudéjar.
La puerta del Perdón es abocinada con un
arco de cinco arquivoltas conformadas por baquetones y perfilado exteriormente
con puntas de diamanteque y cuyas arquivoltas decorada la primera con una serie
de leones rampantes y una cruz flanqueada por dos castillos, aludiendo a la
provincia de San Marcos de León, y la segunda con una sencilla decoración
vegetal.
Los tres últimos cuerpos de la torre se
levantaron en estilo renacentista en la segunda mitad del siglo XVI. El tercer
y cuarto presentan al exterior doce grandes machones de sección rectangular que
enmarcan diez vanos con arcos de medio punto peraltados, dos en los lados
menores de la torre y tres en los mayores, enmarcados por finas columnas y
multitud de molduras que producen un determinante efecto de claroscuro. El
quinto lo forma una terraza abalaustrada con cuatro torrecillas de planta
circular en los ángulos cubiertas por cupulines de cerámica vidriada y una
linterna en el centro de tres cuerpos que reiteran a escala más reducida el
alzado de al torre.
Su otra fachada, la Sur, está conformada
por el exterior de la capilla de San Juan o de los Zapata y la puerta de acceso
a la misma, copia exacta en estilo barroco de su portada opuesta, sin los
solemnes blasones y que cuenta con espadaña de tres cuerpos, que disminuyen en
altura, rematados por flameros y que están decorados por los bustos de los
fundadores.
En su interior de las siete capillas
privadas de la primera construcción, sólo se conservan la capilla de San Juan o
de la familia Zapata, de estilo gótico con algunos elementos renacentistas y la
del Bautismo o del prior Gonzalo de la Fuente, de estilo renacentista.
La de San Juan, que cuenta con entrada
independiente en la fachada Sur, se
encuentra junto a la cabecera del templo, ocupando varios tramos de la nave de
la Epístola. Fue fundada originalmente por Hernando de León, contador mayor de
Castilla y que tras ser condenado por el Tribunal del Santo Oficio de la
Inquisición fue subastada y adquirida por Luis Zapata, consejero de los Reyes
Católicos e impulsor de la ubicación del Tribunal en la ciudad, el tercero
constituido en el reino.
De planta poligonal, cuenta con
sacristía propia, coro y sotocoro a los pies y se abre al resto del templo
mediante tres arcos, uno de medio punto, otro rampante a la nave central y otro
apuntalado a la nave de la Epístola.
Su cobertura es de bóveda estrellada de
terceletes y cambadas en toda ella; cuenta con dos ventanas ligeramente
abocinadas para su iluminación y en su decoración combina elementos góticos con
otros renacentistas y tanto en su interior como en su interior luce el escudo
de los Zapata y los Chaves, titulares de la capilla.
La otra capilla, la del Bautismo o del
Prior, fue fundada por el Prior Gonzalo
de la Fuente en 1580. Se trata de una edificación, ya plenamente renacentista,
de planta rectangular, con arcos de medio punto sobre pilares sobrios y
elegantes pilastras de orden toscano y con cubierta mediante bóveda vaída con
decoración de casetones. En su interior cabe destacar la portada que da acceso
a la sacristía conformada por un vano adintelado flanqueado por sobrias
pilastras toscanas que soportan un dintel con la inscripción de su fundador y el año de la
misma. La portada se remata con un
frontón conformado por dos volutas enfrentadas en medio de las cuales se
inscribe el blasón del fundador.
Adosado a la cabecera del templo, se
encuentra el camarín de Nuestra Señora de la Granada, habitáculo
especialmente consagrado a la imagen de la Virgen, muy común en las iglesias de
advocación mariana de Andalucía y Extremadura, barroco del año 1702. Se trata
de una construcción rococó, de finales del siglo XVIII, casi independiente del
resto del templo, de planta octogonal, cubierta por cúpula sobre pechinas y
tambor. Está profusamente decorada con motivos decorativos vegetales,
epigráficos, y otros motivos zoomórficos y antropomórficos, realizados en yeso. En el altar mayor luce la imagen de la patrona de la ciudad y a quién está consagrada la iglesia.
Llamativo es también el coro con el facistol, que por su volumen indica la importancia que tuvo en su momento la iglesia, referencia de una ciudad que llegó a ser la segunda en población de Extremadura y auténtica referencia en España en la Alta Edad Media.
El templo contiene numerosas muestras de
escultura, orfebrería y pintura del gótico, del renacimiento y del barroco. Entre
las que destacan los lienzos pintados en el siglo XVII por Francisco de Zurbarán,
especialmente el cuadro “Cristo muertos en la Cruz”.
MÁS
INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces:
“El mundo es un libro y aquellos que no viajan sólo leen una
página”. Agustín de Hipona, “San Agustín” (354-430) santo, padre y doctor de la
iglesia católica.
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