Leo con una miscelánea de
optimismo, duda y desconfianza la noticia de que la Central Lechera Asturiana
(CLAS) ha dado el paso de comercializar, bajo una marca de nueva creación “El
MAESTRO QUESERO”, cinco elaboraciones de otras tantas queserías asturianas.
Industrias Lácteas del
Principado, S.L., sita en Tineo, y acogida a la DOP Quesu Afuega´l Pitu; La
Cueva el Molin, S.L., sita en Poo de Cabrales, propiedad de CLAS y acogida a la
DOP Queso Cabrales; Productos Covadonga, S.A, sita en Fresnedo (Amieva),
acogida a la IGP Queso Los Beyos; Quesería Collera, sita en Vidiago (Llanes) y Quesería
Redes, sita en Reciegos (Caso), acogida a la DOP Queso Casín, son las cinco
queserías cuyos productos son comercializados bajo el paraguas de la marca, y que
tienen en común ser elaborados con leche seleccionada de ganaderías asturianas
cuya producción es comercializada y suministrada por la Central.
Quesos de Afuega´l Pitu –parece
ser que sólo de la variedad Roxu-, Beyos, Cabrales, Casín y Vidiago, que son
comercializados en formatos entre 250 y 360 gramos, envasados al vacío y
presentados en caja de cartón corporativa de la marca, avalados con el sello de
la marca de calidad “Alimentos del Paraíso Natural”.
Según manifiesta la entidad,
referencia regional y nacional en lácteos y mantequilla aunque no en quesos, el
proyecto es todo un reto al lanzar el negocio de los quesos al mercado nacional
e incluso internacional, ratificando su compromiso con Asturias y con los
pequeños productores, así como una apuesta por la calidad defendiendo lo
natural desde la ganadería hasta la mesa.
Uno que siempre ha defendido la
necesidad de una empresa u organismo que aglutine a los productores queseros
asturianos, y que sustituya la labor realizada durante años por otras entidades, como por ejemplo Coasa de su primera etapa, no
puede menos que alegrarse de la iniciativa.
El sector necesita promocionar y
comercializar sus elaboraciones tanto a nivel nacional como internacional, con
una adecuada estrategia de marketing bajo el paraguas de una marca claramente
identificativa, en una apuesta por la calidad y los elementos diferenciadores
de los quesos asturianos.
Ahora bien, son varias las dudas
que me asaltan sobre el proyecto.
1.- ¿Porqué no aparece en la
marca el nombre de Asturias?. Si la apuesta es por los quesos asturianos
únicamente, no es entendible. Ahora bien si a corto plazo también lo será por
otros dónde la empresa tiene centros de elaboración, como por ejemplo Galicia,
si lo es.
2,- ¿Porqué se limita a esos
quesos? Es solamente el inicio o serán esos solo y únicamente. Si la apuesta
por es por la calidad, no se entiende que excluyan a una variedad de un queso
–Afuega´l Pitu blanco- y a otro, el Gamonedo, que gozan de una DOP avalada por
Europa. Como tampoco que se comercialice solamente una elaboración sin el aval
de un sello de calidad, en detrimento de casi medio centenar.
3,- Se transmite que estos quesos
se elaboran con leche de ganaderías seleccionadas. Será un objetivo, ya que
hasta la fecha no es así. Al quesero se le suministra materia prima de
diferentes explotaciones, sin tener en cuenta parámetros técnicos que sin duda
redundarían en una mayor calidad del producto final. El conocimiento de la
materia prima a manipular, y una continuidad de la misma, es fundamental en el
camino hacia la excelencia.
4,- ¿Es verdadero su compromiso
con el Principado? ¿Y con los pequeños productores?. La política empresarial
seguida en las tres últimas décadas no parece ser que haya seguido esa máxima,
totalmente diferente a la de sus inicios y a la vocación con la que fue creada.
5,- ¿La apuesta seguirá el camino
de la realizada por el queso Cabrales allá en los años noventa? Exitosa en
sus primeros años, caprichosas
decisiones de la por entonces dirección, echo al traste una iniciativa que
freno el despegue de nuestro embajador quesero.
Pese a las dudas, activo el chip
optimista, y considero que se debe dar un margen de confianza a una entidad cuya
creación y trabajo desarrollado durante décadas por el campo asturiano fue
ejemplo de dinamización y bien hacer a nivel nacional, con la esperanza que su
apuesta no sea apócrifa.
El sector primario, a pesar de la
atonía y convulsión en que vive, necesita de iniciativas como está para poner
en valor las cadenas productivas y la calidad de sus elaboraciones, capaz de
posicionarlas en mercados nacionales e internacionales competitivos y de
generar el suficiente valor añadido, para que los trabajadores desarrollen sus
oficios con dignidad y su economía sea acorde al resto de profesiones.
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
“Prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la
sabiduría”. Anatole François Thibauld, conocido como Anatole France (1844-1924)
escritor francés.
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