Los puertos de Marabio
constituyen una extensa pradería de montaña situada a caballo entre los
concejos de Yermes y Tameza, Teverga y Proaza, que cuentan desde abril del 2002
con la declaración de Monumento Natural, dictada por el gobierno del Principado
de Asturias, a la vez que se encuentra incluido parcialmente en el Parque
Natural de las Ubiñas-Mesa.
Espacio natural protegido, cuya
extensión es de 1.225 hectáreas, delimitado al norte por el pico Caldoveiro, al
este por la sierra de peña Pandiella, al sur por la divisoria de aguas del río
Santibañes y al oeste por la sierra de Granda, divisoria de los concejos de
Grao y Yermes y Tameza.
La razón de su inclusión en la
red de espacios naturales protegidos es la existencia de un complejo kárstico
de notable entidad, que confiere al área un gran interés hidrogeológico,
caracterizado por una serie de dolinas y valles ciegos de corto recorrido que
drenan las aguas de escorrentía hacia sumideros conectados con las oquedades
desarrolladas en profundidad, con multitud de cavidades subterráneas, en muchas
ocasiones conectadas entre ellas, que llegan a formar complejos entramados kársticas
considerados de los de mayor longitud del Principado de Asturias.
El acceso a los mismos es a
través de la carretera N-634, y continuar
bien en Trubia, por la AS-228 hasta Entrago (Teverga), o bien hasta Grao
y continuar por la AS-311 hasta Villabre.
El acceso más bonito, para el que
suscribe, a la vez que una de las bellas carreteras de montaña de toda
Asturias, es por el lado tevergano. Para ello hacia que desviarse en la AS-228 en
Caranga de Abajo hasta Entrago, pueblo tevergano presidido por el espléndido
palacio de los Miranda, del siglo XVI, de dónde parte la carretera de acceso al
puerto. Empinada y sinuosa que con una longitud de 7 kilómetros la comunica con
el puerto hasta la capilla de Santa Ana, atravesando las aldeas de Prado,
Gradura y Murias, cuya ascensión permite una visión indescriptible de los
valles teverganos hasta los lindes leoneses, marcados por el puerto de Ventana.
La capilla de Santa Ana, se
encuentra en la braña la Monxal, perteneciente a la parroquia de Santianes, una
de las trece en las que está vertebrado el concejo de Teverga, lugar de
referencia religioso de la zona junto a las desaparecidas de Santa Cristina y
Santa Marta, y que cada último domingo de agosto acoge una festividad de carácter
vaqueiro.
En las cercanías de la ermita se
encuentra un mirador, un privilegiado balcón desde el cual se puede contemplar
el valle de Teverga abriéndose paso hacia el puerto Ventana al abrigo de los
contrafuertes que les separan de Lena, al este, y Somiedo, al oeste, al fondo
el Ferreirúa, en primer término Peña Gradura y más al sur la mole rocosa de
peña Sobia.
Una de las mejores opciones para
caminar y disfrutar de parte del territorio de los puertos, es a través del
pequeño recorrido de montaña, señalizado como PR-AS-72, que cuenta con una
longitud de 8,50 kilómetros, con salida y llegada en la capilla. Sencilla ruta
por praderías salpicadas de cabañas, con peculiares formaciones kársticas,
dolinas y valles ciegos conectadas por importantes cavidades subterráneas, que
han sido merecedoras del reconocimiento recibido.
Parte del Monumento Natural, lo
compone la sierra de Tameza, prolongación de la de Gradura, sierras de media
altitud, de terreno calizo, que se forman de sur a norte desde Entrago (Teverga),
hasta Yermes, abarcando los concejos de Teverga, Proaza, Grao y Yermes y
Tameza, su extensión longitudinal es de cerca de seis kilómetros y su máxima
cota es el pico Caldoveiro, con 1354 metros.
Los picos Lobio (1363 m), Pelao
(1360), Mostayal (1354 m), Fuexu Grande (1327 m), Forcados Viejos (1262 m) y
peña Sala (1225 m), conforman algunas de las cimas que la componen,
espectaculares atalayas desde las que se divisan buena parte de la zona central
interior y costera del Principado de Asturias.
Picos que entre sus cumbres
esconden vegas de fértiles pastizales, como Barrera, Cadupo, Cuallagar,
Frasyegua, Maravio, Santa Ana o Tambainsa, algunas con lagunas incluidas, que
dan sustento a las aún numerosas cabezas de ganado que en ellas pastan. Siendo
los acebales, avellanos, brezos, espineres, hayas, robles y tojos, entre otros,
son lo más representativo de su vegetación.
En ella aún se encuentran las
antiquísimas construcciones de estilo celta denominadas “corros”, que ya
raramente se encuentran en la montañas astures, pasando por ella el Camín Real
de la Mesa, antigua calzada romana, que comienza en el pueblo leonés de
Torrestio, al píe del puerto Ventana y transcurre por los montes y puertos de
la Mesa, San Lorenzo y Tameza, para terminar en Grao.
Puertos que a su vez forman parte
del camino real de la Mesa y de la calzada romana de la Mesa, que parte de
Torrestio, en León, y concluye en Grao, en el Principado de Asturias, coincidente
con la antigua calzada romana de la Mesa, que comunicaba Asturica Augusta
(Astorga) con Lucus Asturicum (Lugo de Llanera).
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
“…… Desde Entrago se empieza a subir, cuesta grande no pendiente,
arriba puertos de pasto, cráteres de enorme diámetro, los labios de la peña
caliar y las vertientes sumidas en su fondo …..” Gaspar Melchor de Jovellanos
(1744-1811), escritor, jurista y político ilustrado asturiano, el 28 de junio
de 1792, en su diario del viaje por el Camino Real de la Mesa.
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