De estilo románico, datada a finales del siglo XVI, en ella destacan sus pinturas en el ábside central.
Santo Adriano es un concejo del Principado de Asturias, situado en la zona centro, limítrofe con los de Grado al norte y oeste, Morcín por el este, Oviedo por el norte, Proaza por el sur y oeste, Quirós por el sur y Ribera de Arriba por el este, estando vertebrado por el río Trubia.
Es tanto por su superficie -22,60
kilómetros cuadrados- como por su censo poblacional -297 habitantes- el cuarto
concejo más pequeño de los 78 que componen el Principado. Distante 23
kilómetros de Oviedo, a él se accede por la carretera AS-228.
Estando dividido eclesiásticamente en
cuatro parroquias: San Romano de Villanueva, Santo Adriano de Tuñón, San
Gabriel de Castañedo del Monte y Santa Catalina de Lavares. En la primera se
encuentra la capital municipal.
La iglesia parroquial de San Romano de
Villanueva se alza junto al río Trubia, algo alejado del núcleo central de la
localidad. Datada entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII,
englobada artísticamente en el románico por su estilo arquitectónico,
estilístico y simbólico.
Reconstruida en el siglo XVIII, su aspecto
original se encuentra transformado. Estando cerrada al culto desde 1936 hasta
1947, al ser incendiada durante la contienda civil española por las tropas
republicanas.
Exteriormente está compuesto por un
pórtico con techumbre de teja sujeto por seis columnas, y en su imaforte cuenta
con un ventana en forma de ojo de buey y luce una espadaña de una sola campana
coronada por una cruz, parcialmente de piedra vista, estando el resto de su
exterior lucido y pintado en blanco.
En su trasera luce un ábside circular y
separada de ella a escasos metros se ubica el cementerio municipal. Y en su
lateral izquierdo ajardinado se encuentra una cruz procesional de piedra.
De la reconstrucción del siglo XVIII data
la sacristía y el coro. Siendo el suelo primigenio de madera, que se sustituyó
por el actual de piedra en su apertura después del incendio.
En su interior, su estructura es de una
sola nave y techumbre de madera, conservando de la original construcción
románica el ábside abovedado en cuatro de esfera, protegido por un arco de dos
columnas con canecillos donde se encuentra el altar.
A su derecha se encuentra primeramente un
“Ángel de la guarda” al que los feligreses le pedían por el bienestar del
ganado que llevaban al monte.
Y un retablo de iconografía rural
románico, presidido por la Inmaculada con San José y San Antonio a su vera.
Luciendo en la izquierda el grupo de la
Piedad, con la Dolorosa sosteniendo el cuerpo de su hijo, considerado una copia
de carácter popular de los modelos realizados por el escultor de Sigüenza
afincado en Asturias, Antonio Borja, en el siglo XVIII.
En el ábside, luce la escultura del santo
bajo cuya advocación se encuentra la iglesia, única en el Principado.
Legionario romano, convertido al cristianismo mientras asistía al martirio de
San Lorenzo, donde se hizo bautizar y siendo por ello decapitado. Considerado
el protector de los hombres que estaban en la guerra, motivo por el cual a la
iglesia acudían feligreses de los concejos limítrofes y de la vertiente
leonesa.
Detrás se encuentra el grupo parcial de
pinturas datadas en el siglo XVI. Con otro mártir romano cristianizado, San
Esteban, a la derecha pintado joven como se hacía en el XVI, a diferencia del
XVII, en el que se mostraba viejo y con barba. Y a la izquierda la mística
Santa Catalina. En la parte superior, se encuentra una Asunción de la Virgen,
rodeada de tres ángeles, faltando un cuarto a la derecha.
MÁS
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
Patrimonio Religioso del Principado de
Asturias.
"La vida de
servicio desinteresado y de sacrificio, acompañada de oración y meditación,
constituye la forma más elevada de religión" Pantanjali, místico y
filósofo hindú.
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