La Real Academia de Medicina del
Principado de Asturias, homenajeo a uno de sus mecenas y académico de honor: Jesús
Sáenz de Miera.
El 21 de septiembre de 2012 el
Principado de Asturias perdió a uno de sus más insignes personalidades del
siglo XX y principios del XXI, fallecía a los 92 años de edad Jesús Sáenz de
Miera y Zapico, el hombre que convirtió las pequeñas explotaciones ganaderas
del campo asturiano en la empresa líder del sector lácteo español, al fundador
de la Central Lechera Asturiana (CLAS).
Casi 9 nueve meses después, el 13
de junio de 2013, la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias, le
ha rendido un sentido homenaje a título póstumo con una sesión en honor y
memoria de Jesús, reconociendo al mecenas que siempre tuvo en su persona y en
la empresa por él liderada.
Sesión emotiva que contó con una
mesa presidencial compuesta por personalidades que no escatimaron elogios en
sus emotivas intervenciones a una figura a los que les unían lazos de muchos
años, en algunos casos profesionales, en otras de amistad y en otras
familiares. Mesa presidida por Manuel Álvarez-Uría Rico-Villademoros,
presidente de la Real Academia y compuesta por los académicos: José Aza
González, Adolfo Barthe Aza, Jaime Martínez y Dionisio Cifuentes, el presidente
de CLAS Bertino Velasco y Andrés López como representante de la familia.
Las intervenciones de Adolfo,
Dionisio, Bertino y Andrés, precedieron al cierre realizado por el amigo Manolo
Álvarez-Uría, que tan eficientemente preside desde el año 2006 la Real
Academia, constituida oficialmente en el año 1973 como Real Academia de
Medicina de Asturias y León al ser las dos provincias que componían el distrito
universitario en aquellos momentos, para constituirse en Real Academia del
Principado de Asturias en el año 1988.
Adolfo Barthe, tesorero de la
Academia, fue el encargado de glosar la figura de este leonés de nacimiento –Valencia
de Don Juan, 1920- pero asturiano de adopción. Dionisio hablo de su faceta
social y humana, al que conocía bien por ser compañeros en la Cofradía de
Amigos de los Quesos del Principado de Asturias, al igual que Adolfo, Manolo y
el que suscribe. Bertino resalto su impecable trayectoria personal y la figura
empresarial de una persona que siempre recordara el campo asturiano, al
presidente de honor de CLAS y CAPSA, al que tanto deben y a los que prometió
mantener “un vínculo eterno porque nací
para serviros”. Jesús no tuvo hijos, y Adolfo como sobrino hablo en nombre
de su esposa Caridad López Fernández-Nespral, conocida por todos como Cari, y
de su familia, resaltando su faceta humana y agradeciendo la organización del
acto.
Adolfo en su intervención.
Manolo Uría en la clausura de la
sesión en honor y memoria de Jesús, recalco sus virtudes humanas, familiares y
profesionales, a la vez que agradecía públicamente el patronazgo que realizo a
través de la empresa por el liderada de los “Premios internacionales Hipócrates
de investigación médica sobre nutrición humana”, creados en el año 2005, y con
el que la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias reconoce la
labor realizada por profesionales o instituciones comprometidos en establecer
diferentes cuestiones relacionadas con la nutrición humana.

Jesús –a la derecha- junto al profesor Daniel Ramón Vidal, en la entrega del premio de la edición 2008. Fondo de pantalla de la sesión.
Jesús fue un
hombre involucrado desde su juventud en las estructuras políticas, sindicales e
ideológicas del franquismo, en 1942 opositó al Cuerpo Nacional de Policía y fue destinado
ese mismo año, con 22 años, a la comisaría de Oviedo como agente del Servicio
de Información. Licenciado y doctor en Derecho por la Universidad de Oviedo, se involucró en las estructuras del régimen
franquista, tanto en el Sindicato Vertical -fue presidente del Sindicato
Oficial de la Madera en la región y de la Cámara Sindical Agraria- como en sus
instituciones de representación política siendo procurador de las Cortes entre
1958 y 1971 y participando como ponente en la redacción de la Ley Sindical del
71.
En 1966 alentó
el nacimiento de Central Lechera Asturiana, para canalizar el descontento del
campesinado asturiano, apoyando desde la Cámara Oficial Sindical Agraria de
Asturias la rebelión colectiva, la llamada “huelga de la leche”, un movimiento
de protesta programado al margen de los conductos tolerados por el régimen contra
las principales compañías lácteas privadas de la región cuando sus consejos de
administración impusieron una rebaja del precio de la materia prima.
Su intención fue
reconducirlo hacia un proyecto empresarial que permitiera a los ganaderos
(12.000 se adhirieron al proyecto) ser industriales y transformadores de su
propia materia prima para competir con los poderosos grupos lácteos privados
nacionales y extranjeros implantados en Asturias, y en ella Jesús vio la posibilidad de prestar un servicio más
al franquismo pacificando el campo asturiano y la oportunidad de plasmar en un
proyecto corporativo su ideario político joseantoniano (con su retórica
anticapitalista), su concepción social (inspirada por la doctrina social de la
Iglesia) y su visión sindical, emanada del estudio de los movimientos
sindicales católicos belgas y de las organizaciones cooperativas primigenias de
Reino Unido. CLAS, que nació como una organización de espíritu cooperativo,
jamás adoptó esta figura jurídica y societaria, que Sáenz de Miera rechazó por
temor a sus posibles connotaciones socialistas, y optó por la fórmula del grupo
sindical de colonización, una idea concebida por la dictadura en 1941 y que
perduró hasta que la legislación democrática habilitó en 1981 la nueva figura
societaria de la sociedad agraria de transformación (SAT), con la que
actualmente opera Central Lechera Asturiana, de la que fue presidente desde su
fundación hasta el año 2009, en el que paso a ser su presidente de honor.
Estaba en
posesión de numerosas distinciones: “Caballero de la Orden Sencilla de la Imperial
del Yugo y las Flechas”, “Comendador de número de la Orden del Mérito Agrícola”,
“Caballero Gran Cruz de la Orden del Mérito Agrícola”, “Caballero de la Orden
Agrícola de la República Francesa”, “Mejor empresario de Asturias 1992” , “Ovetense del Año”,
“Hijo predilecto de Valencia de Don Juan”, “Medalla de Oro del Ayuntamiento de
Siero”, su nombre figura con todo merecimiento en el nomenclátor de las calles
de Oviedo desde el año 2005. A nivel de Cofradías Gastronómicas era senador de la Cofradía de Amigos de los Quesos del Principado de Asturias y Caballero Honorable de la Cofradía Doña Gontrodo de Oviedo, la única española compuesta únicamente por mujeres.
María Luisa Llavona, presidenta de la Cofradía Doña Gontrodo, entregándole en octubre de 2010 la distinción como Caballero Honorable.
A Jesús tuve el placer de
conocerlo en el año 1992 por motivos profesionales, y compartí mesa y mantel en
muchas ocasiones desde el año 1997 como cofrades de la Cofradía de Amigos de
los Quesos del Principado de Asturias, de la qué el además era Senador, lo que
facilito consolidar una relación que se mantuvo hasta sus últimos días, aunque
ya a través de su esposa Cari. Vaya desde aquí mi también pequeño homenaje a
una persona que siempre tuve como referencia, tanto a nivel humano como
profesional, que entiendo nunca se valoró
como se ha merecido en el Principado de Asturias y que bien merece estar en
posesión en una de las medallas que otorga el Gobierno del Principado de
Asturias, aunque sea a título póstumo. Descansa en paz amigo Jesús.
“No aceptéis lo habitual como una cosa natural. Porque el tiempo de
desorden y confusión organizada, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer
natural, nada debe parecer imposible de cambiar”. Bertold Brecht (1898-1956)
poeta y dramaturgo alemán.
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