lunes, 27 de noviembre de 2017

Braña Viecha o de los Cuartos, en Somiedo.

Perteneciente a la parroquia de Villar de Vildas, en sus inmediaciones nace el río Pigüeña.


El concejo de Somiedo, ubicado en el sur occidente del Principado de Asturias, cuenta con una superficie de 291,38 kilómetros cuadrados y un censo poblacional de 1.190 habitantes, en el año 2106. Vertebrado en 15 parroquias, perteneciente a la comarca vaqueira, todo su territorio está integrado en el Parque Natural de Somiedo, creado en el año 1988, que cuenta desde el año 2000 con la declaración de Reserva de la Biosfera.
Villar de Vildas, lindante con León y Cangas del Narcea, es la parroquia dónde se encuentra el valle más occidental de los somedanos –el del Pigüeña-, de origen glaciar y con forma de hoz, con abundantes morrenas en sus costados y bosques de considerable importancia.






La localidad de mismo nombre, ubicada a 870 metros de altitud, nombrado "Pueblo ejemplar de Asturias 2004", por la Fundación Príncipe de Asturias, era una braña que con el tiempo evolucionó a asentamiento permanente. Utilizándose desde entonces como brañas, las de la Pornacal y la Viecha, también llamada de los Cuartos, situadas en la zona alta del valle, en las que se practica la trashumancia corta o de valle.
A ellas se accede a través de una pista de uso restrictivo, catalogada como uso agropecuario, rodeada de áreas de uso restringido especial, remontando el valle del río Pigüeña, que baja paralelo por la derecha de la subida.






Acceso señalado por la Federación Asturiana de Montaña como PR-AS-14-1, bajo el nombre “La Pornacal-los Cuartos”, que en trayecto de ida y vuelta, señala el recorrido entre Villar de Vildas y las brañas.





La primera y más importante, no sólo de la parroquia sino de todo el concejo, es la de la Pornacal. Distante 3 kilómetros de la localidad, ubicada a 1.170 metros y que alberga a 33 cabañas de teito de las 370 censadas en Somiedo, que está dividida en dos por el cauce del río Pigüeña.






A la segunda de ellas,  la braña Viecha, se accede continuando la pista que surca las praderas de la Requexada, quedando a la derecha la cascada del Corralón. 







Se encuentra ubicada a una altitud de 1.378 metros, distante 6 kilómetros de Villar de Vildas. 






De tipología más antigua que la de la Pornocal, su diseño primitivo, está en consonancia y perfectamente adaptado a su entorno, con amplios pastizales surcados por el río, alguna ollera  y construcciones de uso mixto. Está considerada de primer uso, a la que suben al ganado en los primeros meses de primavera.








Protegida por las peñas Canseco, Bermeja, Nuncio, Fontarente y más alejado el Cornín, con grandes piedras diseminadas caídas del murallón que las mismas forman. 







Y situada al final del valle de Cereizales, cerca de las lagunas del Páramo, que linda con tierras leonesas de Laciana, en cuya fuente de la Paradona, a 1700 metros de altitud, nace el río Pigüeña.








Río que surca el valle al que le da nombre, hasta la localidad somedana de Aguasmestas, dónde recibe las aguas del río Somiedo, su principal afluente, entregando las suyas al río Narcea, en la localidad de San Martín de Lodón, perteneciente al vecino concejo de Belmonte de Miranda, después de recorrer 46 kilómetros.







Al inicio de la braña, se encuentra una cabaña rectangular, con techo de teito -cubierta realizada de material vegetal, de escoba- más moderna que las construcciones que se encuentran metros más adelante.








Estas son cabañas más primitivas, en su mayoría de construcción circular de losa de piedra, denominados chozos. 






El conjunto total, en octubre de 2017, está compuesto por once cabañas. La rectangular del inicio, tres chozos sin cerrar, dos rectangulares con techumbre de teja –una de ellas cerrada y con fuente-, una con tejado de pizarra, otra con él de Uralita y tres de ellas caídas.







Los chozos son construcciones circulares de pequeñas dimensiones, levantadas con piedras sin labrar, con techumbre de armadura de madera y cubierta cónica de escoba, conocida como teito, coronada con dos piedras. 






Sencillos y herméticos, sólo poseen un hueco que es la puerta de acceso, en cuyo interior suele haber un pesebre, para amarrar los animales, la pachareta, altillo hecho con ramaje vegetal, en el que dormía el brañeiro y un pequeño llar en su centro, para cocinar y calentar el recinto.






En cuanto a su origen, hay dos versiones. Una lo referencia a la época castrense, y en su origen celta. Mientras que la otra, lo hace a la influencia de los pastores castellanos y extremeños, que las construyeron al estilo de los existentes en sus tierras, en sus venidas a estas tierras cada verano con sus rebaños de ovejas en trashumancia desde sus tierras.







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“La naturaleza está llena de infinitas razones”. Leonardo da Vinci (1452-1519), polímata italiano, referencia del Renacimiento italiano.





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