martes, 7 de junio de 2011

Ruta de los Miradores. Circular desde San Esteban de Pravia.

Preciosa y diferente ruta, a través de acantilados y paseos, circular desde San Esteban de Pravia. La distancia recorrida es de 18,100 kilómetros, con un desnivel acumulado de 400 metros y que se realizan en un tiempo de 5 horas y 55 minutos. Descripción, tiempos y vídeo de la misma.


San Esteban de Pravia es una localidad perteneciente al concejo de Muros del Nalón, a la que se accede por la carretera N-632 y las locales MU-1 y MU-2, en ella entrega sus aguas el río Nalón al mar Cantábrico y su puerto industrial fue uno de los de más movimiento en la cornisa cantábrica, gozando su conjunto de la declaración de interés histórico-industrial.
El puerto y la localidad sufrió un gran auge y crecimiento desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, época en el que fue utilizado para dar salida al mar al mineral de carbón extraído en los valles mineros de las diferentes cuencas mineras asturianas, con destino al País Vasco principalmente. En él finaliza la vía férrea promovida por la Sociedad General de Ferrocarriles Vasco Asturiana, conocida como el Vasco, hoy propiedad de FEVE, y que discurre desde Collanzo, en Aller, creada para transportar el mineral extraído en la cuenca del Aller y del Caudal, y que poseía diversos ramales de compañías privadas e instalaciones de transferencia, entre los que destaca el Ferrocarril de Riosa y el de los Valles de Trubia, con ramales a Quirós y Teverga. La caja de este último es lo que conforma en la actualidad la “Senda del Oso”.
Asimismo en San Esteban de Pravia hubo hasta la década de los setenta, dos astilleros especializados en el desguace de barcos, albergando en la actualidad un pequeño astillero artesanal para embarcaciones recreativas. Su puerto alberga muelles de atraque para embarcaciones deportivas y pesqueros.









La ruta se inicia en el centro de San Esteban, a la altura de la estación de la FEVE, para continuar a pie de ría, pasando al lado de las hoy rehabilitadas grúas de carga del mineral, para dirigirse en dirección a los cargaderos de mineral, igualmente rehabilitados e integrados para su aprovechamiento turístico con la creación de un paseo. Desde ellos, la vista de la localidad, de la ría y de la vecina San Juan de la Arena es única.
Continuando a la vera de la ría, se deja a la altura de las últimas casas de la localidad, la fuente de la Espilonga. Si en la Nalona, en el puerto de Tarna, nace el río Nalón, esta es la última en suministrar agua dulce al río antes de entregarse al bravo Cantábrico quinientos metros más adelante.











Hay que seguir en busca de la explanada del espigón  de la ría, en dónde están ubicadas unas estupendas piscinas de agua salada, con un amplio aparcamiento y un restaurante, el Puerto Chico. Allí, en un lateral del aparcamiento y dónde acaba el muro de protección de la barra, se encuentra la playa Garruncho, a pies del monte dónde está ubicado el mirador del Espíritu Santo.
En este punto comienza la denominada “Senda costera de Muros del Nalón”, que va desde la playa de Xilo a la del Garruncho, o viceversa, inaugurada en 1998, por el Ministerio de Interior del Gobierno de España, incluida en el plan de costas. Esta senda va por el paseo habilitado a la vera de los acantilados, habilitado a los efectos. Sin embargo esta propuesta es bastante diferente, y es fundamental el cálculo de las horas de las mareas del Cantábrico.
De la punta del Espíritu Santo, en lugar de subir las escaleras que llevan a su mirador y a la capilla allí existente, hay que bajar a la playa de el Garruncho y meterse en el pedrero, y comenzar a caminarlo hasta alcanzar la playa de las Llanas, que es el punto en el que se puede acceder a tierra firme.










De la playa de la Garruncho, compuesta por piedras rodadas, hay que continuar hacia el oeste, para seguir por el pedrero en dirección de la playa del Focarón, también con cantos rodados y algo de arena, primero y a las de las Espinas y  de la Conchiquina después, todas ellas con numerosas piedras y entre pedreros. El siguiente punto de referencia es la punta del Ordial, en el que hay que salvar las piedras, haciendo una pequeña ascensión por ellas.
La siguiente playa que uno se encuentra es la de l´Atalaya, de mayor amplitud que las anteriores y que ya tiene arena y en la que comienza una amplia ensenada, y pasando por las cercanas isletas de la Cazonera, también conocidas como el islote el Pase, se llega a la playa de la Cazonera.
En esta playa hay un acceso con escaleras, que a fecha de marzo de 2011, se encontraba cortado fruto de un argayo. La playa concluye en su parte más oeste en las punta Furada, y en la del Llombo del Burro, para una vez superadas acceder a la playa de las Yeguas, dónde se encuentra una casa muy cercana a la playa, estratégicamente ubicada.












Una vez caminada toda la playa, se llega a la punta Cagareteiros, encontrando a la vuelta de la misma la extensa playa de las Llanas. En esta playa, a la altura de las escaleras que bajan del área recreativa que lleva su nombre, hay que poner punto final a la caminata a pie de mar, ya que si se continúa no hay ningún sitio por dónde acceder a tierra, ya que a esta continúan las playas de  Xan-Xun y la de la Reboduga, a la que sigue la punta del Campón, dónde no existe ninguna posibilidad de continuar, y hay que dar la vuelta.
La playa de las Llanas, con mucha piedra y arena, es una de una gran amplitud, y es el sitio ideal para realizar un descanso, y disfrutar de las vistosas formas de las rocas, parcialmente de una buena parte caminado y con el imponente cabo Vidio en el oeste.









Salvados los 230 metros que separan la playa del área recreativa, compuesta por cuatro mesas y un tendejón y del paseo de la senda costera, es obligada la visita al cercano mirador de los Glayos, en el que sentados en una mesa estratégicamente allí ubicada permite disfrutar del horizonte y todo lo caminado, con la desembocadura del río Nalón y la playa de los Quebrantos al este y de la playas de las Llanas y Xan-Xun y el cabo Vidio al oeste.
Desde el área hay que continuar por el paseo en leve ascensión hasta el alto de las Llanas, en dónde se encuentra una nueva área de descanso, en este caso compuesta por una fuente, tres mesas y cuatro bancos, para llegar al cruce de caminos en el paseo. Cabe la posibilidad de dirigirse hacia Muros del Nalón, al Espíritu Santo o hacia la playa de Aguilar.










Esta última es la opción por la que hay que optar, siguiendo por la pista empedrada entre pinos, robles y castaños, encontrando los que fue el castro del Campón y  dos miradores más, separados por escasos metros, y con excelentes vistas sobre las playas abajo existentes, para descender las amplias y rusticas escaleras hacia la playa de Aguilar.
Al concluir las escaleras, comienza en sí la senda costera, con la placa que recuerda su inauguración y que recorriendo 4,520 kilómetros lleva hasta la playa del Garruncho en San Esteban, punto dónde se comenzó la ruta. Pocos metros más adelante se encuentra el acceso a la coqueta playa de Veneiro, también llamada Xilo, a la que se accede a través de 49 metros de escaleras.










En este punto se encuentra el aparcamiento y los servicios de la playa de Aguilar, y la amplia área recreativa, que cruzada por el riachuelo Campofrío, es muy amplia y cuenta con mesas y fuente.
Las playas de Veneiro o Xilo y la de Aguilar están separadas por el monte Castiello, habiendo en él una cueva que se puede observar desde la playa de Aguilar cuando baja la marea, en donde una leyenda cuenta que en ella vive una Xana, que había sido encantada por sus padres al cometer una falta grave, y que el caballero que la sacase de su encantamiento recibiría un gran tesoro.
La ruta continua por la acera que sale a la altura del bar Naútico,  que separa la carretera AS-317 y la playa de Aguilar, teniendo que caminar sus 640 metros, encontrando a la mitad de la misma la vistosa peña el Caballar, y continuar hasta la contigua playa de la Cueva, que ya no es de arena, sino de cantos redondos, y dónde desemboca el río Aguilar.










La acera concluye con las playas, y toca continuar por carretera, dejando el concejo de Muros del Nalón e introduciéndonos en el de Cudillero. Por carretera se pasa por delante del bar restaurante Azpiazu, para a unos 300 metros coger la carretera que sale a la izquierda en dirección a Aroncés, y por pista ganar altura entre eucaliptos hasta la ladera contraria de la carretera, donde se disfruta de una bella vista sobre la costa cantábrica.
La pista conduce en una casa, en el que el camino ya es asfaltado, para abandonarlo prácticamente nada más acceder a él, para coger a la derecha un sendero que se introduce en un bosque bastante despejado. En él se encontrara primero una fuente, datada en el año 1846, y luego un cruce de caminos con el mojón indicativo del Camino de Santiago del Norte, que por allí pasa.











En este punto hay que coger el ancho camino, hacía la izquierda, que conduce hacia la  villa de Muros del Nalón., salvando la vía del ferrocarril del FEVE  por un puente de piedra, para acceder al barrio del Escorial, e introducirse en la villa a través de la calle del doctor Francisco Cabal, dónde se encuentra ubicado en el pintoresco hórreo, que alberga la oficina de turismo.
El concejo de Muros del Nalón, apenas cuenta con 2000 habitantes, consiguió independizarse del de su vecino Pravia en 1847, al que pertenecía hasta esa fecha, llamándose primeramente  Muros de Pravia, siendo en 1916 cuando toma la denominación actual.
Hay que cruzar toda la villa, encontrando a la izquierda el campo del Palacio, con la capilla de Santa Eulalia de Mérida, que cuenta con un retablo del siglo XVIII, encontrándose enfrente de la misma el palacio de Valdecarzana y Vallehermoso.
El palacio del siglo XV, es el monumento arquitectónico más importante del concejo, formada por varias construcciones, presididas por una torre cuadrada y rodeada por una muralla. En ella se abrió en el siglo XVI una portada plateresca, construida en sillar con arco de medio punto formado por grandes dovelas; en el centro está el escudo de los Cienfuegos y encima de este sobre la cornisa labrada en relieve la Cruz de los Ángeles, y cuenta con otros seis escudos distribuidos a ambos lados del mismo, que pertenecen a las familias de los Rúa, Ponte y Quirós.
Más adelante se encuentra la plaza del marqués de Muros, de trazado alargado e irregular, en el que se encuentra una serie de construcciones, en las que destacan el ayuntamiento y delante de este la iglesia parroquial de Santa María. Esta presenta una estructura de nave única con cabecera poligonal, crucero acusado en planta, pórtico lateral y torre a los pies muy esbelta y rematada en agudo capitel, su construcción se comenzó en 1783 y su torre concluyó en 1883.










Toca callejear por la villa hasta el colegio público doña Humbelina Alonso Carreño y llegar al cercano aparcamiento habilitado para dar servicio a la playa de las Llanas y la senda costera, y alcanzar la encrucijada de caminos que da acceso a la playa de las Llanas y al mirador de los Glayos.
La senda continua por un bosque en bajada, atravesando en un puente y una pasarela, es la zona conocida como las Barqueras, iniciándose una subida por el bosque de Reborio, compuesto de eucaliptos, castaños y laurel, que concluye en una carretera secundaria, y de ella se accede a un mirador, desde dónde se observan las playas y pedreros caminados previamente y se aprecian como se adentran en el mar los estratos de arenisca. En el mirador se encuentra una placa con un poema de Alfonso Camín.









Un poco más adelante del mirador, se encuentra el cartel que indica el acceso a las playas de la Atalaya y de la Cazonera, con especificación expresa que no son accesibles con marea alta.
El paseo continúa continua hasta un primer mirador y al mirador de la Atalaya, ubicado a 3 kilómetros de la playa de Aguilar, que cuenta con un área recreativa y acceso rodado. De nuevo aquí la vista es espectacular, gozando de una amplia visión en ambos sentidos.
Del mirador se accede a la carretera, en dónde está ubicada el área recreativa, para volver al paseo y encontrar un nuevo mirador con fuente, con esplendidas vistas hacía los acantilados dónde se encuentra la capilla del Espíritu Santo y hacía el faro de San Esteban.









El paseo concluye en la carretera MU-2, a la altura del área recreativa y el pinar del Espíritu Santo, continuando por la misma unos metros hasta la cercana y blanca capilla del mismo nombre, cuya imagen es venerada por los vecinos de San Esteban de Pravia y de Muros del Nalón. A unos 80 metros hacía el acantilado, se encuentra el mirador del Espíritu Santo que al este divisa la desembocadura del río Nalón, el nuevo espigón del puerto de San Esteban, San Juan de la Arena y la playa de los Quebrantos o de La Arena y el playón de Bayas o el Sablón ya en el término municipal de Castrillón, la Isla de La Deva, etc.










Del mirador se divisa el punto final de la ruta, la playa del Garruncho, por la que se desciende a través de 400 escaleras, y que en las múltiples vueltas que da, permite disfrutar de la maravillosa vista de la desembocadura del río, de las playas de los Quebrantos y Bayas, de la localidad de San Juan de la Arena con su puerto pesquero, de las piscinas de agua salada de San Esteban e incluso de la entrada y salida de aviones del cercano aeropuerto de Ranón, ubicado en la planicie encima de la playa de los Quebrantos.



Distancias y tiempos.
San Esteban de Pravia, estación de la FEVE. 00,000 kms. 00,00”
Playa del Garruncho. 00.25”.
Punta el Ordial. 01,20”.
Playa de la Atalaya. 01,40”.
Playa de la Cazonera. 01,50”.           
Playa de las Yeguas. 02,10”.
Playa de las Llanas. 02,20”.
Mirador de los Glayos. 02,25”.
Cruce de caminos. 02,45”.
Playa Veneiro. 04,520 kms.  03,10”.
Final de la playa Aguilar. 03.25”.
Fuente en el bosque. 03,50”.
Oficina de turismo de Muros del Nalón. 04,15”.
Cruce de caminos en senda costera. 04,40”.
Mirador de los Glayos. 04,50”.
Mirador de la Atalaya. 05,15”.
Ermita del Espíritu Santo. 05,45”.
Playa Garruncho. 18.100 kms. 05,55”.


MÁS INFORMACIÓN.
Rutas de montaña Dendecaguelu.



Vídeo de la ruta.








 “Los deseos se alimentan de esperanzas”. Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) escritor español.

3 comentarios:

  1. Habíamos realizado esta senda, pero nunca llegue a pensar que fuese posible hacerla casi entera por las playas y pedreros. Tomo buena nota, muy buen detalle de la misma. Chema Fernández. Avilés.

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  2. Preciosa ruta, la que he disfrutado gracias a ver esta entrada. ¡ A seguir sorprendiendonos !.
    Manolo Fdez. Gijón

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  3. Nunca he pisado tanto pedrero de mar, en lugar de montaña, pero el disfrute ha sido el mismo. No había valorado esta posibilidad, y eso que veraneo en Pravia. Gracias.

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