miércoles, 12 de enero de 2011

Visita a COASA de la Cofradía de Amigos de los Quesos.

La reunión ordinaria de la Cofradía de Amigos de los Quesos del Principado de Asturias, del mes de febrero de 2010, no se ha celebrado, visitando en su lugar el día 2, las instalaciones de la firma comercial COASA.
Atendiendo a una invitación cursada por la entidad mercantil COASA (Comercializadora Asturiana de Alimentos, S.A) para que la Cofradía visitase sus nuevas instalaciones, sitas en Fonciello (Siero) en la carretera AS-17, km. 29.800, la reunión ordinaria correspondiente al mes de febrero no ha tenido lugar y en su defecto se atendió dicha invitación cursándoles la visita el martes, día 2.
Esta entidad se ha creado en 1987 por diferentes empresarios agroalimentarios (principalmente queserías) para comercializar los productos por ellos elaborados. Desde su inicio hasta fechas recientes han estado ubicados en el Polígono de Granda en Siero, y  Marino González (uno de los fundadores)  ejerce la dirección desde la fundación. Es una de las personas con más conocimientos de quesos de nuestro Principado, y uno de los que más ha trabajado por ponerlos comercialmente en el sitio que se merecen, nacido en Amieva, en Cireño, se puede decir que ha "mamado" el queso desde que nació y sus iniciativas en torno al mismo parecen no tener límite, es el auténtico quijote del queso asturiano. Inquieto como pocos, firme defensor del cooperativismo, circunstancia que nos permitió conocer a principios de los años noventa, es un empresario emprendedor y socio fundador entre otros de Crivencar y Tierra Astur.

Marino fue el que nos recibió a la llegada de las fragantes instalaciones, acompañado de sus tres de sus colaboradores directos: Nacho, uno de los veteranos de Coasa, que es su hombre de confianza y viejo conocido y los más recientes Bruno, que se encarga de la nueva línea de producción y Fernando Casielles, asesor externo, encargado del marketing y comunicación, a los que no tenía el gusto de conocer.
Realizados los saludos oportunos y la bienvenida a las nuevas instalaciones, se nos dan la "indumentaria de trabajo" (bata, gorro y cubre zapatos asépticos) obligatoria para poder estar en las zonas de almacenamiento y producción, dan unas explicaciones previas y pasamos a la visita de las instalaciones.


Como buen conocedor de las instalaciones antiguas, que por otro lado se les habían quedado pequeñas hace años, me sorprendo gratamente de la inversión realizada, señal de que una parte del sector agroalimentario asturiano esta consolidado y preparado para objetivos mayores. Los casi  6000 metros que estoy viendo es son 30 veces mayor que lo que disponían, eso si es un gran salto, como comentaba con el amigo Marino.
Aunque Coasa vio la luz en torno a las queserías artesanas para la comercialización de sus elaboraciones, hace años expandió su gama a otros productos artesanos, tales como: sidra, licores, mermeladas, embutidos, legumbres, patés,  miel, galletas etc creando para ello una marca especifica, cuya producción comercializan en su mayor parte fuera de nuestro Principado, denominada Cata Gourmet.
Bien, púes lo primero que nos muestran son unas instalaciones chacineras de última generación. Tenían un contrato con una empresa chacienera ubicada en el valle del Nalón de suministro, y que iba a compartir instalaciones con ellos en Fonciello, pero la "maldita" crisis fulminó a la misma, y Coasa decidió ser ellos mismos los que elaboran también los productos que ya comercializaban. Segunda sorpresa que me llevo.

Hace ya tiempo que me consta la inquietud que tenían de conseguir valor añadido a los productos comercializados y ahora veo que pronto se convertirá en realidad, ante nosotros aparecen unas excelentes cocinas, totalmente equipadas, con dos objetivos claros: elaboración de platos elaborados de quinta generación e impartir formación. Eso tiene un nombre, y es innovar y diversificar. Tercera sorpresa.

La cuarta sorpresa la llevo cuando Bruno nos enseña orgulloso la quesería, ya no solo comercializan sino que caminan hacía adelante con un departamento de investigación y desarrollo, que en cualquier momento puede elaborar quesos, ya que cuenta con la tecnología adecuada para ello. Investigación y formación en principio son su destino.
El área de recepción, almacenaje y manipulación (elaboración de tablas) es ya conocido, con el efecto multiplicador del espacio,aunque observo nueva maquinaria de la que antes no disponían.

Ya en planta superior, la dedicada a oficinas, salas de reunión, archivo etc, me llevó la quinta sorpresa de la tarde-noche, una excepcional "Aula de catas", que sino me equivoco es la segunda de este tipo existente en industrias agroalimentarias asturianas, después de la que dispone Sidra Cortina en Amandi (Villaviciosa)  desde el año 2003. El diseño es muy funcional y tiene todos los elementos necesarios para cumplir con su fin: mesas largas con compartimentos individuales dotados de luz y agua y suficiente separación entre las sillas para que cada uno pueda realizar la cata independientemente. No he tomado nota de la capacidad que tiene, pero al menos sí para 30-35 personas, que eramos los cofrades asistentes.


En ella ya nos esperaba la tabla de quesos que con esmero habían elaborado para nuestra cata, repartiéndonos Secades una hoja para realizar una valoración sobre los mismos, circunstancia que se hace de muy de vez en cuando, y que sería muy aconsejable realizar en cada sesión. La tabla estaba compuesta por cinco quesos artesanales asturianos, elaborados con diferentes leches en sitios dispares de la comunidad. Bedón, La Collada, Tarmundi, Xenestoso y Monje eran los elegidos y que ya esperaban nuestro veredicto, se deberían de puntuar de 0 a 5, teniendo en cuenta su Forma y color, corte, olor y gusto. Para acompañarla han elegido un vino crianza de la D.O.Rioja, de la añada 2005 de la marca comercial Lan.

Al comenzar la cata, observo un problema derivado sin duda del volumen de catadores y a las prisas del momento, las cuñas de los quesos están expuestas a la luz de las tres luminarias y manifiestan sus efectos, que se incrementan en su degustación. Comento con Bruno y Nacho el mismo, y eficientes nos traen algunos nuevos trozos que habían sobrado y podemos degustar en mejores condiciones.



Son todos quesos de formato cilíndrico conocidos, a excepción del de Xenestoso, no por no conocerlo, sino que para mi sorpresa lo comercializan con la marca "La Leyrosa" y elaborado en Tineo por la quesería Valle del Narcea. no me quiero imaginar la cara que se le habrá puesto al amigo José Manuel Cuervo, exalcalde de Cangas del Narcea, que tanto lucho por tener una quesería de Xenestoso en el pueblo que da nombre al queso o en el municipio, al saber de su existencia.



Por orden de cata, el primero ha sido el Bedón, elaborado por la quesería de le da nombre y que lo toma del pueblo llanisco dónde está ubicado. Queso de pasta dura, procedente de leche pasterizada de ganadería propia, con unos sesenta días de maduración, de color amarillo intenso, con un corte correcto limpio, que desprendía un olor con exceso de grasa y una acidez en sabor no muy agradable. Le he puntuado con un 2,

La Collada, elaborado en Cirieño -Amieva- por Aurora (la hermana de nuestro anfitrión) en la quesería Los Sebarguinos, es un queso de características similares al anterior, igualmente de pasta dura con leche pasterizada, pero en esta ocasión de oveja. De color blanquecino, más curado por la parte exterior que interior y con ojos irregulares, muy limpio de aroma con notas clásicas de oveja, de sabor más bien suave y con una persistencia muy ligera, al que he puntuado con un 3.

En el tercero, nos vamos al otro extremo de Asturias, a Taramundi, dónde la quesería El Carballo elabora entre otros el de vaca y cabra, que degustamos en esta ocasión. Esta elaborado con leche cruda, de pasta cocidam semidura, tiene un color amarillo intenso, corte granuloso, con un amplio abánico de olores y un sabor intenso con alguna nota picante. También lo he puntuado con un 3.

Seguimos en el occidente, con la elaboración del Xenestoso indicado, elaborado con leche de cabra (como antiguamente) pasterizada, con muy buenos argumentos, y cuyo único pero es que estaba poco hecho. De un color blanquecino intenso, tenía un corte perfecto limpio, olores marcados de leche de cabra, y paso de boca era muy agradable marcado por la suavidad de la pasta, dejándo un retrogusto marcado persistente.  Para merecía un 4.

Nos vamos al extremo más oriental del Principado, a Panes, a la quesería Monje, a su elaboración estrella, el Monje Picón, que toma nombre de la vecina Cantabria y que tampoco me gusta a mí, pero si el queso, elaborado con leche cruda de vaca, de pasta de la familia de los azules, con un penicilium sembrado adecuadamente, y que estaba sin duda en su mejor momento, con un corte perfecto, nada harinoso  con un olor fuerte con notas de maduración de líneas de frutos secos y hongos, con un intenso -pero justo- picante y una persistencia muy alta,  mereciendo para mi un 4,5.

Casualidad o no, los quesos fueron subiendo de puntuación según se fueron degustando y también subiendo de intensidad. Original y diferente tabla que permitió conocer a muchos de nosotros elaboraciones hasta el momento desconocidas. El vino lidio como pudo con ellos, comportándose mejor con los tres primeros que los dos últimos.

Aún nos espera una espicha con productos comercializados por ellos, y la quesería fue el lugar que invadimos para degustar in situ un gran abanico de los productos asturianos que ellos se encargan de ubicar en mercados regionales, nacionales e internacionales. Productos que hablan de nuestra gran riqueza agroalimentaria y que gracias a iniciativas como de las que estamos hablando ven la luz del día.


La satisfacción general y el asombro por lo visto, fue manifestado públicamente por los cofrades, y nuestros representantes se encargaron al finalizar el agasajo recibido, de entregar a nuestros anfitriones diferentes regalos como muestra de nuestro paso por sus instalaciones.


Muchas gracias a todo el equipo humano de COASA por la invitación cursada, enhorabuena por las nuevas instalaciones y mis mejores deseos para el futuro de la entidad.

"Nada grande se ha realizado nunca sin entusiasmo". Ralph W. Emerson (1803-82) poeta y ensayista estadounidense.

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